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Stoffel Vandoorne marcó el tercer mejor crono

McLaren-Honda mejora en la lluvia con Raikkonen marcando el ritmo

El cielo barcelonés pintó su mejor sonrisa para la artificial lluvia creada por Pirelli. La humedad del asfalto fue una bendición para una McLaren-Honda que ardía en llamas de críticas y dudas. Stoffel Vandoorne giró 18 veces con su MCL32 en el poco practicable alquitrán del Circuit. Ni rastro de la preocupante fragilidad en su motor, a lo que se unió una mejora sucinta de rendimiento: tercer mejor tiempo de la mañana. Datos necesarios, como la cafeína de madrugada. Y es que esta escudería, por lo menos antaño, necesitaba del elixir de la victoria para subsistir.

El cierre de la primera semana ha sido de abrazo sin ganas, de café sin azúcar o derivados, de tarde de domingo en el sofá. Los Pirelli de lluvia patrocinaron una jornada apática, de confusión en la tabla de tiempos por la inestabilidad del trazado. Una degradación intensa en la opción intermedia y extrema han provocado una reacción inmediata en el proveedor de neumáticos: mejorarán ambos compuestos.

Así las cosas, Kimi Raikkonen y Ferrari certificaron una existencia triunfante en los test. Simbiosis peligrosa, en su caso, para los últimos tiempos. Mejor tiempo de la jornada junto a un maratón de 79 vueltas. Max Verstappen recondujo el camino sinuoso de Red Bull: de los problemas iniciales en sus primeros pasos, a refrendar su peligro para el resto de la temporada.

La némesis de la suerte está siendo Toro Rosso. El nuevo engranaje mecánico de su STR12 se escinde todavía de su reconvertido motor Renault. La suma de vueltas en la última jornada de test asciende al satírico número de 1. Un kilometraje decepcionante para acabar una semana insuficiente, abrazándose a la segunda semana de test como opción final para acicalar el coche. De momento, paradójicamente, están sin energía.

El fin de una primera toma de contacto esboza el inicio de la aclamada revolución: los monoplazas más rápidos de siempre… pero con previsiones desfavorables en espectáculo. Neumáticos interminables y, parece, menos adelantamientos. Eso es lo que nos espera con los puntos en juego pero, todavía, falta una semana más de pruebas. Cuatro días finales que determinarán el potencial real de cada uno: un todo o nada para Alonso y McLaren-Honda. La reedición de un despacito puede ser fatal para las aspiraciones de un Woking en el que, de momento, no ha vuelto la luz.