Los Marianistas inician la expulsión de Manuel Briñas por abuso sexual cuando dirigía la cantera del Atlético

El pasado 13 de febrero, Manuel Briñas, de 88 años, admitió haber abusado sexualmente de un menor de edad cuando era responsable deportivo y de scouts del Colegio Marianista Hermanos Amorós, del madrileño barrio de Carabanchel.

A raíz de esta revelación, los Marianistas abrieron una investigación interna en los ámbitos en los que este religioso desarrolló su actividad educativa. Aunque no les consta ninguna denuncia a los órganos de dirección en esos años, dicen haber «constatado la veracidad» de los testimonios de las víctimas, a las que han pedido perdón.

«Por ello, y aunque los hechos han prescrito en el ámbito de las leyes civiles, la Compañía de María ha activado todos sus mecanismos procesales internos. Así, dada la total incompatibilidad de estos comportamientos con la vocación a la vida religiosa y con nuestros principios educativos, y atendiendo a la justicia debida a las víctimas, hemos decidido iniciar el proceso de expulsión de Manuel Briñas de la Compañía de María», informa la congregación en un comunicado.

Se trata, según precisan, de un procedimiento reglamentado, con sus correspondientes plazos de ejecución, por lo que puede demorarse en el tiempo. En cualquier caso, y «en atención a su avanzada edad y a sus actuales condiciones físicas y mentales», los Marianistas puntualizan que garantizarán que Briñas reciba los cuidados que su estado de salud requiere.

La Compañía ha puesto a disposición de los ciudadanos un correo electrónico ‘sm@marianistas.org’ para que todas aquellas personas que lo deseen puedan comunicar cualquier asunto relacionado con abusos a menores en sus ámbitos educativos.

Además, se compromete a aplicar con rigor en sus instituciones todas las normas y protocolos ya establecidos dirigidos a la protección de los menores, y a «redoblar» sus esfuerzos con el asesoramiento de entidades especializadas en este campo para «garantizar ambientes seguros a los alumnos». Los Marianistas reconocen que están siendo «momentos dolorosos y complejos» y en este contexto, agradecen «las muestras de apoyo y de confianza».