Deportes
Selección española

Marcos Llorente detalla sus peculiares costumbres de vida: «No enciendo la luz en casa»

El futbolista del Atlético comparte su rutina en un vídeo de la Federación Española de Fútbol

Su día a día se basa en la exposición solar, alimentación natural y una gestión óptima de la luz

Marcos Llorente es futbolista de profesión y lifestyler vocacional. Dentro del terreno de juego responde a la primera afirmación, fuera a la segundo y siempre convergen. Siempre se deja ver antes y después de los partidos con gafas polarizadas para filtrar la luz y comparte en redes sociales su ya pléyade de particulares rutinas para cuidar su salud.

Su hoja de ruta se basa en la ciencia y está enfocada en optimizar tanto su rendimiento como su bienestar general. Su día comienza cara al sol. «Me levanto a las ocho y me voy a la calle, espero a que amanezca y estoy un rato allí. Luego me subo a la habitación y me preparo mi café. Termino con 2-3 cucharadas de mantequilla, lo remuevo y ese es el café de mi día a día», aseguró.

Llorente sincroniza la luz con su día vital. Dentro de su vivienda evita que se proyecte hacia sus ojos y escoge siempre la luz natural.  «Es la única luz que utilizo en casa. Durante el día no enciendo la luz, o porque estoy en el jardín o si entro, dentro en la cocina o voy al salón para cualquier cosa, a través de las ventanas entra la luz y no tengo la necesidad de poner ninguna luz», explica el futbolista del Atlético.

«Cuando se va el sol, esta es la luz que tengo por toda la casa. Esta lámpara lo que hace es meter ese rojo y esa infrarroja dentro de la habitación donde tengas encendida la lámpara y hace que sea más similar a la luz que hay fuera de tu casa», añade a través de la Federación Española de Fútbol. En él, Llorente también ha detallado el beneficio de cada una de las gafas que emplea.

«Las gafas amarillas son para cuando estás durante el día en interiores. Es decir, fuera nunca hay que llevar gafas de ningún tipo. Los rayos del sol te tienen que dar en los ojos y en la piel, sin que haya nada de por medio. Las gafas de cristales rojos lo que hacen es filtrar toda esa luz azul en las lámparas, televisiones o teléfonos móviles que hacen que solo pase el rojo. Cuando voy a hoteles o viajes, si se ha ido el sol, me pongo las gafas rojas», explica.