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Champions League: Brujas-Barcelona

Lamine Yamal vuelve a hablar: «Dicen muchas cosas de mi pubalgia y es todo mentira»

Lamine Yamal no habla ante los medios de comunicación desde antes del Clásico

El jugador culé fue el mejor jugador azulgrana

Ni Lamine Yamal evita una noche de Brujas

  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

Lamine Yamal volvió a hablar delante de un micrófono, no lo hacía desde antes del polémico Clásico, tras el empate del Barcelona contra el Brujas en la cuarta jornada de la fase liga de la Champions League. La perla culé atendió a los medios con derechos en la zona mixta del Jan Dreysel y dejó varias de sus perlas. Su partido, eso sí, fue brillante. Fue el mejor del Barça con su gol y fabricando el resto.

«Sabíamos que era un buen equipo, sobre todo en casa. Es un equipo muy fuerte y el campo es difícil, pero es complicado ganar cuando encajamos tres goles. Eso es lo que tenemos que mejorar, y en eso estamos pensando ahora mismo. Tenemos un sabor agridulce. Queríamos ganar porque somos el Barça y queremos ganar siempre», comenzó señalando un Lamine Yamal tímido ante el micrófono. El club blaugrana le había protegido ante la prensa en las últimas semanas y en Bélgica habló de nuevo ante un micrófono.

«Solamente intento hacer lo mejor que puedo, me quedo con que no hemos podido sacar la victoria», añadió Lamine sobre su gran partido restándole importancia por el empate cosechado por el Barça en Brujas.

Sobre la comparación con Messi: «No, no. Messi ha marcado miles de goles así, así que no puedo compararme con él… Solo intento mejorar y seguir mi propio camino».

Le llegaron las preguntas incómodas y polémicas a Lamine Yamal y el jugador culé se quitó la timidez de encima: «Estoy muy tranquilo. Intento no leer nada. Se habla mucho de mi pubalgia y de que estaba triste, y es todo mentira. Trabajo para volver a mi nivel».

Sobre los pitos de la afición del Brujas hacia él: «No es casualidad (entre risas). Si fuera otro jugador no me pitarían. Al final si lo hacen es porque hago bien mi trabajo. Luego los pitos desaparecieron».