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Una genialidad de Griezmann resuelve una noche turbia del Atlético

Apareció por primera vez a los 39 minutos para mandar una falta a la red

En el arranque del segundo tiempo habilitó a Llorente para que marcara el 2-0

Julián Álvarez pasó desapercibido y apenas entró en juego

En 39 minutos no se le había visto ni una sola vez, pero los genios no necesitan ser omnipresentes. Antoine Griezmann desatascó una noche turbia del Atlético con un gol que cambió el partido en un momento clave, cuando el Girona había acumulado méritos suficientes para creer en un resultado positivo y cuando más dudas estaban apareciendo en la grada. El principito volvió a ser decisivo, pero más allá del marcador el equipo sigue en proceso de construcción y está lejos de lo que busca Simeone. Puede que sea cuestión de tiempo o puede que no, pero no queda otra que esperar.

El Girona, en cambio, se vuelve a casa con la sensación de haber sido mal tratado por el destino. Fue superior al Atlético durante casi toda la primera parte y pisó el área de Oblak con peligro en varias ocasiones, pero se le hizo de noche de repente a los 39 minutos de la forma más insospechada posible, en un despeje largo que pilló mal colocado a Gazzaniga. Al portero argentino no le quedó otra que sacar la mano fuera del área para evitar que Julián Álvarez marcara a puerta vacía. Martínez Munuera le perdonó una tarjeta roja que Simeone exigió una y otra vez, pero en el saque de la falta la barrera se abrió y el zurdazo de Griezmann se alojó en el fondo de la red. 

Antes de eso el primer tiempo había dejado un poso de sospecha en una tribuna que esperaba mucho más de los suyos. Un minuto y medio tardó Julián Álvarez en dejarse notar. La «araña» soltó un derechazo desde fuera del área que no tuvo ni potencia ni dirección, pero consiguió el efecto de enardecer a una grada que está entregada a él desde que se anunció su fichaje.

Pareció un buen comienzo, pero en realidad fue la única intervención del argentino en los primeros 45 minutos. No conectó ni una sola vez con sus compañeros y tampoco lo hizo Griezmann, lo que circunscribió el ataque rojiblanco a lo que pudieran inventar Riquelme y Lino. El Atlético lo apostó todo a su banda izquierda, pero careció de la pólvora necesaria para crear verdadero peligro.

En el otro área, en cambio, Oblak vivió más alterado. El Girona fue valiente en la presión y llegó varias veces con peligro, tanto antes como después del 1-0, pero Abel Ruiz se topó con un Oblak bien colocado que le cerró el camino al gol y Oriol Romeu no estuvo acertado en un rechace al borde del área. Durante mucho rato fue mejor que el Atlético, pero al final el fútbol es cuestión de acierto y ahí decidió la genialidad de Griezmann.

El Girona ya no se rehizo de ese gol porque nada más arrancar la segunda parte se llevó otro golpe y ese ya fue definitivo. A los tres minutos escasos Griezmann habilitó a Llorente, que avanzó metros sin que nadie le saliera al paso y acabó soltando desde fuera del área un derechazo ante el que Gazzaniga tampoco estuvo demasiado acertado. Segundo gol consecutivo del madrileño en dos jornadas disputadas. Ha arrancado subido en un Fórmula 1 y el equipo lo nota.

El partido se acabó ahí. El Atlético se pertrechó atrás y el Girona, que había perdido la fe, apenas le creó problemas. Fue el instante en el que la noche le regaló a Gallagher sus primeros minutos como jugador rojiblanco. El inglés derrochó entusiasmo, pero se le ve muy perdido en el sistema. Otro que necesita pasar la mili, pero al contrario que Vermeeren cuenta con la confianza del Cholo, y eso ya le vale para saltarse las guardias y ascender a cabo. Al final se marcharon Griezmann y Julián, que aguantó 80 minutos, y ingresaron Correa y otro debutante en el Metropolitano, el noruego Sorloth. En el descuento, con todo el pescado vendido, Llorente y Barrios tejieron un contragolpe de manual que Koke mandó al fondo de la red para marcar el definitivo 3-0.

Es la primera victoria de la temporada. Cuatro puntos en dos jornadas, los mismos que el Real Madrid y dos menos que el Barcelona. El Espanyol será el siguiente rival rojiblanco el próximo miércoles antes de enfrentarse al mayúsculo reto de enfrentar al Athletic en San Mamés. Será una ocasión perfecta para comprobar la verdadera dimensión de este equipo.