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Este viernes ha comparecido en el juzgado

Eduardo Herrera, ex presidente de la Federación Andaluza, investigado por prevaricación, malversación y tráfico de influencias

El juez de Instrucción número 7 de Sevilla, Eugenio Pradilla, atribuye los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil a Eduardo Herrera, ex presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol.

Nuevo caso de corrupción en el mundo del fútbol. Esta vez, la figura envuelta ha sido la de Eduardo Herrera, ex presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol, al que el juez de Instrucción número 7 de Sevilla, Eugenio Pradilla, atribuye los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil. 

Herrera ha sido investigado por supuesta adjudicar obras de instalaciones deportivas en Huelva y Granada con fondos procedentes del Consejo Superior de Deportes que llegaban a la RFAF a través de la Real Federación Española de Fútbol. Este viernes ha comparecido en el juzgado, pero se ha acogido a su derecho a no declarar.

La persona que dirigiera durante 33 años está siendo investigado en tres de las seis piezas en que el instructor ha dividido esta causa, dos relativas a la adjudicación de las obras de dos campos de fútbol en Huelva y otros tantos en Granada entre 2009 y 2012 por unos importes que oscilan entre los 78.000 y los 50.000 euros. La tercera tiene relación con la formalización por parte de la RFAF de un contrato de asesoramiento con una empresa vinculada a un ex tesorero de la Federación.

Herrera, que fue también vicepresidente de la RFEF, no ha querido responder este viernes a las preguntas del instructor ni de la fiscal porque según su defensa la documentación que consta en las actuaciones es incompleta. El ex presidente de la Federación Andaluza ha permanecido una hora en el juzgado y ha oído de boca del magistrado los delitos que le atribuye. Herrera defiende que los presupuestos se ajustaron a la legalidad y que las obras fueron justificadas, pero la Fiscalía argumenta que no se convocó ningún concurso público y que la Federación pedía presupuestos a tres mercantiles y dos de ellos eran ficticios. Un Eduardo Herrera que presentó el pasado 3 de junio la renuncia a su cargo «por motivos personales» después de 33 años al frente de la RFEF a pesar de que en febrero de 2018 había sido reelegido para un nuevo mandato.