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Visitó a sus compañeros del Real Madrid

Doncic, invitado de lujo e ídolo de masas en la Supercopa

Luka Doncic se convirtió en invitado de excepción y objetivo de las cámaras en su visita a sus compañeros del Real Madrid, a los que vio en semifinales de la Supercopa Endesa frente al Montakit Fuenlabrada.

Llegaba el descanso de la segunda semifinal de la Supercopa Endesa y una montonera se formaba en una zona cercana a las localidades de privilegio del Wizink Center. La paliza del Real Madrid al Montakit Fuenlabrada –¡52-21! en el intermedio– no protagonizaba, aunque bien podía merecerlo, el jaleo que provocó las miradas de los más lejanos a ese sector del Palacio. Luka Doncic, invitado de excepción en el debut del Madrid, era el culpable de todo el movimiento.

Luka ha demostrado una vez cumplido su sueño de jugar –y triunfar– en la NBA, que su madridismo no se ciñe a los años que vistió la camiseta del equipo blanco. El esloveno mantiene ese sentimiento de corazón y no duda en visitar a los suyos cuando la apretada agenda de una estrella mundial se lo permite. En pleno auge de la importancia de tener un apego por los colores entre los madridistas tras la fuga de Mirotic al Barcelona, Doncic representa un alivio para la afición merengue y un ídolo de masas con el que no desaprovechar la oportunidad de fotografiarse o simplemente tocarle.

Doncic visitó primero a sus ex compañeros en el vestuario antes del encuentro, charló con Thompkins, uno de los descartes, y finalmente ocupó su lugar en el Wizink Center para alucinar con la fluidez y el acierto del Real Madrid en su primera función de la temporada. Siempre generoso y atento, Luka no dudó en atender, dentro de las posibilidades, a aquellos que se acercaron a felicitarle y pedirle un autógrafo o foto. Sólo él puede convertirse en protagonista principal de un encuentro en el que el Madrid roza la perfección.