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FÓRMULA 1

La desventaja del motor Renault de Alonso, entre 30 y 55 CV

Durante la temporada 2017 de Fórmula 1, una vez que McLaren tuvo claro que su aventura con Honda tenía fecha de caducidad, los ingleses trataron de hacerse con el mejor motor posible. Primero llamaron a la puerta de Mercedes, pero se encontraron con que los alemanes jamás les darían la última especificación de su unidad de potencia. Después lo intentaron con Ferrari, sin éxito. Y eso les dejó con Renault como única opción. La peor de las tres, pero la única real, además de ser el único fabricante que asegura paridad mecánica entre lo que tiene su equipo oficial y las escuderías cliente.

Firmar con Renault mejoraba lo presente, pero aún deja a McLaren a cierta distancia de los mejores en términos de motor. Esa distancia, según afirma Auto Motor und Sport, es de entre 30 y 55 CV, siendo el pico más alto el que se alcanza durante las sesiones de clasificación. En ellas, tanto Mercedes como Ferrari tienen un mapa motor que da una vuelta de tuerca más a su rendimiento, mientras que los galos carecen de él.

¿Qué supone un déficit de potencia de estas características? Obviamente, que el motor empuja menos. Y eso deriva en que los McLaren, si quiere correr tanto en las rectas como sus rivales, han de descargar aerodinámicamente el MCL33, con lo que el paso por curva del monoplaza también se verá resentido. En definitiva, la pescadilla que se muerde la cola. Si no, solamente hay que ver lo que pasa en Red Bull. Tienen de largo el mejor chasis de la parrilla, pero el motor Renault no empuja lo suficiente como para hacerles ganar.

A pesar de todo esto, en McLaren se muestran encantados con Renault. Puede que su potencia bruta no sea mucho mayor que la de Honda, pero sí que se trata de una mecánica mucho más versátil que la japonesa. Durante la carrera especialmente, momento en el cual pueden hacer uso de todo el rendimiento del propulsor durante casi todas las vueltas. Como dijo Fernando Alonso el pasado domingo, “al menos ahora podemos luchar”. Veremos hasta dónde.