Carreño suma y sigue: ya está en tercera ronda del US Open

Pablo Carreño suma y sigue en un verano fantástico por tierras norteamericanas. El flamante vencedor del Masters 1000 de Montreal se enfrentaba a un cuadro complicadísimo en el US Open, pero este miércoles consiguió solventar su segundo escollo, en este caso ante el siempre complicado Alexander Bublik, excéntrico a más no poder pero también talentoso como para cargarse casi a cualquiera si tiene el día. Tuvo uno bueno pero mejor fue el de Pablo, que se llevó el gato al agua en una lucha titánica decidida en cuatro sets (4-6, 6-4, 6-3, 7-6(5)).

El encuentro, disputado en pista exterior, comenzó del lado de un Bublik que se llevó el gato al agua en el primer set gracias a su fortaleza al servicio y el despiste de Carreño en su segundo juego de saque, donde se relajó tras estar a punto de romper con anterioridad. El break marcó el devenir de la manga pero no amedrentó a Pablo, que comenzaría a remar en busca de la remontada.

Como sucediera ante Thiem, Pablo debía lidiar con la potencia de los tiros de su rival y lo hizo a la perfección en una segunda manga de locos en la que cada juego se compitió, sobre todo en la última parte, donde dos breaks de Carreño se impusieron al conseguido por un Bublik al que el saque le abandonó en el momento clave, pese a sus 28 aces –por 13 dobles faltas–.

Llegábamos al tercer set y los derroteros fueron similares, en esta ocasión con Carreño manteniéndose al servicio más sólido que nunca, sin ceder una sola oportunidad a un Bublik que volvía a perderse en el momento justo, dándole la decisión en la mano al asturiano. Pablo estaba a un solo set de la tercera ronda en Flushing Meadows, pero iba a tener que sudar sangre para lograrlo.

Fue un toma y daca constante, con el español en varias ocasiones caminando sobre el alambre, donde tuvo que hacer malabares para levantar hasta seis puntos de set en el juego decisivo que acabó llevándoles a la muerte súbita. Una vez ahí y haciendo buena su resistencia, Carreño sumó un parcial clave de tres puntos consecutivos para levantar los brazos y citarse con De Miñaur en tercera ronda del US Open.