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BARCELONA VS REAL MADRID: FINAL PLAYOFF LIGA ENDESA

La mala suerte vuelve a condenar al Real Madrid en un Clásico

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El Barcelona se impuso en el primer encuentro de la final de la Liga Endesa al Real Madrid por 100-99 con una canasta en el último suspiro de Stratos Perperoglou. Los blancos, que realizaron un partido sublime en ataque, volvieron a estar penados por la mala suerte, a pesar de la gran actuación de Jaycee Carroll, autor de 21 puntos.

Con la pitada habitual al visitante en este tipo de encuentros, la quinta final consecutiva de Liga Endesa con los mismos participantes comenzó con grandes posibilidades de convertirse en historia. El Clásico estaba en juego.

El Barcelona comenzó mucho más enchufado en el partido, aprovechando los despistes en defensa de un Real Madrid que tampoco estaba consiguiendo acertar en el tiro. El dominio de Ante Tomic en los primeros minutos fue rápidamente contestado por Gustavo Ayón, que trató de cambiar la tendencia con su intensidad.

La entrada de Rudy Fernández desde el banquillo asustó a los aficionados culés, que recibieron al balear con una sonora pitada. Como los grandes, el ‘5’ del Real Madrid respondió con dos triples consecutivos que no eran respaldados por la defensa, el gran lunar madridista en este inicio. Un nueva nueva estrella desde el banquillo, en este caso Llull, también producía nada más salir a cancha para reducir más si cabe una ventaja culé que se quedaba en nada a final de cuarto (22-22).

La reacción había sido tremenda por parte del Real Madrid, pero un acertadísimo Doellman – cinco triples en 12 minutos – volvía a dar el liderato al Barcelona. Con el encuentro en su mejor momento, y los jóvenes Abrines y Willy se sumaron a la fiesta con sendas canastas de gran calidad.

La hiperactividad de Jaycee Carroll volvió a sumar para el Real Madrid, que a pesar del buen juego veía como la inspiración de un jugador rival, en este caso Perperoglou, volvía a denegar a los blancos el liderato hasta los últimos segundos del parcial. De nuevo en un gran arreón final, un triple de Maciulis permitía al conjunto merengue marcharse con una mínima ventaja al descanso. (47-48)

La reanudación continuó con la igualdad como tónica general, con el Madrid tratando de activar a un apagado Chacho, mientras el Barcelona lograba la ventaja del bonus para penalizar cada falta desde los tiros libres, que unidos a un parcial de 7-0, le devolverían el liderato. Cuando peor lo estaba pasando el Real, la entrada de Carroll volvía a revolucionar el partido con dos triples en carrera que calmaron la euforia del Palau.

Una más que rigurosa antideportiva a Nocioni exaltó al argentino y devolvió los ánimos al Barcelona, que aprovechó un nuevo bajón en la defensa madridista para sumar una pequeña ventaja para afrontar los últimos diez minutos (80-75).

La suerte no estuvo con el Real Madrid

El último cuarto comenzaba con la versión más intensa del Real Madrid bajo su aro, lo cual le permitía, con un triple de Rudy al contraataque, recuperar la desventaja y asaltar el liderato provisional. Un 2+1 de Abrines y la consiguiente contestación de Carroll provocaban el enésimo volteo del luminoso, antes de entrar en los últimos cinco minutos de encuentro.

El público azulgrana comenzó a protestar todas las decisiones arbitrales y calentar el partido, viendo que la derrota de su equipo, era una posible. Esta hipótesis comenzaba a coger forma a la par que aumentaba el protagonismo de Sergio Llull, que volvía a liderar al Real Madrid en los momentos importantes.

Los mejores estaban en cancha por parte de ambos equipos, y el marcador, con mínimos tirones por parte de ambos conjuntos, temblaba ante el término del encuentro y el órdago de baloncesto planteado  por ambos equipos. Un canastón de Ayón a falta de 14 segundos levantaba al banquillo merengue, pero dejaba noqueado al mexicano, que recibió un tremendo codazo involuntario de Rudy. De nuevo el Titán ejercía de héroe momentáneo del madridismo con un gran tapón sobre Juan Carlos Navarro, pero Perperoglou volvía a aliarse con la suerte para dar, sobre la bocina, la primera victoria de la final al Barcelona (100-99).