Champions League

El Barça está en un lío

El Barça está en un lío.
El Barça está en un lío.

El Barça está en un lío serio. El inicio en esta fase de grupos de la Champions League no fue el mejor, consiguieron reconducir la situación y tenían en su mano, ante el Benfica, clasificarse matemáticamente para los octavos de final. Los culés no lograron pasar del 0-0 ante el combinado y todo se decidirá en la última jornada en la que los hombres de Xavi Hernández visitan Múnich y con los portugueses recibiendo en su casa al Dinamo de Kiev.

Resonaba el himno de la Champions en el Camp Nou en un choque que, a pesar de ser de la quinta jornada de la fase de grupos, tenía olor y sabor a final. Porque todo estaba en juego. La gloria o el fracaso. El todo o la nada. Y también, para qué mentirnos, unos millones de nada que al Barça le vendrían muy bien para seguir ingresando e ir dejando atrás esa crisis económica que tanto ha castigado al club azulgrana estos últimos meses.

Para ganar al Benfica y cerrar ese pase matemático a octavos Xavi Hernández sorprendió a todos con un 3-4-3. Ter Stegen defendía la portería y la línea de tres estaba formada por Araújo, Lenglet y Piqué. En la medular, más cargada que de costumbre, Frenkie de Jong, Sergio Busquets, Gavi y Nico González. Por delante, Memphis, Demir y Jordi Alba formaban el tridente en esta noche pasada por agua en el Camp Nou.

Rodó el balón en el estadio del Barcelona con unas 50.000 personas en la grada y los hombres de Xavi arrancaron dejando claro que iban a por el partido. Trataban de llegar al área lusa con el menor número de pases posibles, pero es cierto que cuando los de Jorge Jesús se replegaban bien pues ya pasaban a ser pacientes y tratar de mover la pelota hasta encontrar un hueco.

Otamendi mete miedo

Mención especial a Frenkie de Jong y Nico, que eran los más activos del conjunto culé. El que no aparecía mucho era Demir, pero de sus pies llegaron las mejores ocasiones culés. En ambas recibió la bola en el costado derecho y tras recortar hacia dentro sacó dos tiros colocados al palo largo. En el primero Vlachodimos metió una buena mano abajo, pero en la segunda voló sin llegar a alcanzar el balón viendo como se estrellaba en el larguero antes del descanso.

Buscaba ese gol de la victoria el Barça pero le costaba y mucho. Araújo y Memphis, con disparos defectuosos, hicieron que los valientes que se acercaron al Camp Nou cantasen el uy en la grada. Los futbolistas del centro del campo se movían intensamente para descolocar a sus marcadores y gracias a ello lograban marear a un Benfica al que le costaba entrar en el partido.

Cierto es que el Barça se fue desinflando y en esos momentos llegó un remate de Yaremchuk, que le ganó la posición a Lenglet, que se estrelló en las piernas de Ter Stegen. Acto seguido Otamendi hizo el primero de la noche con un zapatazo que chocó en el larguero antes de colarse en la portería, pero el tanto no subió al marcador porque el balón, a la salida del córner, había salido por línea de fondo.

Dembélé revoluciona el ataque

Con el 0-0 ambos conjuntos se fueron a los vestuarios y al regreso habría que ver si el Barça conseguía mantener un buen nivel o se vendrían abajo como frente al Espanyol. Salió con ganas y con ilusión al segundo acto el cuadro azulgrana y dispusieron de alguna ocasión muy buena, como una de Memphis que galopó hasta penetrar en el área y, en lugar de disparar con la zurda, prefirió recortar a Vertonghen sin saber que aparecería Otamendi para evitar que disparase a puerta.

Faltando 25 minutos entró Ousmane Dembélé por un Demir que había desaparecido en esta segunda mitad. Justo antes de la entrada del extremo francés Darwin Núñez disfrutó de una buena oportunidad fruto de una contra bien lanzada, pero disparó sin mucho ángulo y no pudo romper la igualada en favor de los suyos. El ex del Dortmund mejoró la imagen de los suyos y un centro suyo y el posterior remate de Frenkie de Jong permitió a Vlachodimos lucirse con un paradón espectacular.

Araújo, en fuera de juego

Parecía que la entrada de Dembélé le estaba dando mucho al Barça. Le buscaban y él trataba de encontrar la vía para llevar el balón al fondo de la portería, pero el Benfica pasaba a centrarse más en defender dando por bueno el empate. Además, si los lisboetas intentaban algún ataque, ahí estaba Ronald Araújo imperial para decirles que si un equipo ganaba esta noche eran los azulgranas. Pero no acabó teniendo razón el central uruguayo por encontrarse en fuera de juego cuando hizo gol.

Se le acababa el tiempo al cuadro locales y Xavi sólo había hecho un cambio, tampoco es que tuviera tantas opciones para mejorar al equipo en el banquillo. Mientras que los atacantes del Benfica presionaban bastante la salida del balón del Barça, Dembélé seguía intentando con sus diabluras hacer ese gol que tanto necesitaban los culés y que llegó, pero en fuera de juego. Fue Araújo el que vio portería y el que se lesionó en la celebración del gol anulado.

Dest y Eric entraron por el uruguayo y por Lenglet mientras se entraba en los últimos cinco minutos del encuentro. Dembélé continuó liándola pero sus compañeros estaban rotos ya. Memphis no daba más de sí mismo, se notaba el cansancio del futbolista que lo juega absolutamente todo. Cuatro minutos dio de añadido el colegiado y varios corazones infartaron en el Camp Nou. El Barça se lanzó a por el gol y ese ímpetu estuvo a punto de costarle muy caro. En una contra Seferovic marró lo que era imposible fallar dos minutos antes del pitido final. Ahora el Barça tiene que ganar sí o sí en Múnich porque es el único resultado que le valdría para estar en octavos si el Benfica gana en Da Luz al Dinamo de Kiev.

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