Aurah Ruiz vuelve a arremeter muy duro contra Jesé por dejarla tirada con su hijo Nyan

Aurah Ruiz se siguesincerando en su diario de ‘Mtmad’, en el que además de contar todos los detalles de la grave enfermedad de su hijo Nyan también ha atacado directamente a Jesé Rodríguez por abandonarla cuando peor estaba el bebé. En el último episodio, la canaria profundiza sobre ese tema e incluso reconoce que necesitó ayuda de un psicólogo porque estaba perdiendo la cabeza.

«Su comunicado (anunciando la ruptura) sólo me dio opción a llorar, a la hora seguía llorando. Mi reacción fue hacer un vídeo respondiendo y diciendo que me acababa de enterar de que me dejaba. Inició una ruptura pública, si no fuera así me hubiera llamado por teléfono. Después de contestarle, estuve tres horas llorando sin poder ni cuidar ni mi hijo. Me sentía abandonada en el peor momento de mi vida, había sido de locos, casi pierdo a Nyan y perdí a su padre. Le llamé dos veces y no obtuve respuesta. Sí la obtuve por mensaje y me demostró que no valía la pena. Había dos caminos, seguir llorando hasta destruirme, o centrarme en lo que verdaderamente importaba, que era mi hijo. Lloré durante tres horas, pero nunca más. Nunca más levanté el teléfono ni me puse en contacto con él. Sentí paz, alivio y que estaba centrada en mi hijo. No sé cómo lo hice, pero miré a Nyan y me dio toda la fuerza», dice.

«Mientras tanto, Nyan no paraba de vomitar, era mortal para la cabeza, veías a tu hijo sufrir sin cesar. Algo estaba mal, yo lo sabía y sólo metía presión para que le hicieran pruebas. Venía un psicólogo del hospital y me decía que cualquier chica de mi edad se hubiera ido por patas, yo le decía que tenía ganas de tirarme por la ventana, que no podía más y me estaba volviendo loca porque sólo veía a mi hijo sufrir, nunca reírse. La situación empeoraba e incluso llegué a perder la vista de un ojo, estaba tan agotada que no quería comer, sólo dormir. Bajé a 46 kilos», añade.

Aurah finaliza cargando de nuevo contra Jesé: «Mis padres no podían viajar y tuvo que venir mi mejor amiga porque yo sentía que se me iba la cabeza. Mientras yo vivía todo esto, esa persona no aparecía, pero sí tenía tiempo libre para otras cosas, y yo me enteraba. Mientras yo sufría con mi hijo, él estaba haciendo y deshaciendo sin ningún tipo de remordimiento».