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Casi nadie lo conoce pero este botón secreto del cajero te va a salvar si se traga tu tarjeta de crédito

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En un mundo cada vez más digital, es fácil pensar que los cajeros automáticos han perdido protagonismo frente a los pagos móviles y las compras online. Sin embargo, todavía hay ocasiones (como sacar dinero en efectivo, consultar el saldo o realizar ingresos) en las que seguimos utilizando la tarjeta de crédito en estos dispositivos. Y es precisamente en estos momentos cuando puede surgir un contratiempo inesperado: el cajero se traga la tarjeta y no la devuelve.

Mientras esperas la confirmación del bloqueo o reposición de tu tarjeta por parte del banco, no te alejes del cajero. A veces, tras unos minutos, el dispositivo puede expulsarla, y si la recoge un tercero con mala intenciones, podrías enfrentar un problema mayor. Si estás en una sucursal, informa al personal; podrían ayudarte de inmediato. En cajeros situados en espacios públicos, busca cámaras cercanas o testigos que puedan respaldar tu versión si necesitas presentar una reclamación. Además, anota o fotografía el número del cajero, la hora exacta y la ubicación.

¿Por qué un cajero puede quedarse con tu tarjeta?

Los cajeros automáticos están diseñados con múltiples capas de seguridad, tanto para proteger la información confidencial del usuario como para prevenir operaciones fraudulentas. A pesar de ello, como todo sistema electrónico, no están exentos de fallos técnicos. Entender las razones por las que un cajero puede retener una tarjeta ayuda a reducir la preocupación y a tomar decisiones adecuadas.

Una de las causas más habituales es no retirar la tarjeta a tiempo. Al finalizar la operación, muchos cajeros expulsan la tarjeta y, si ésta no se extrae en pocos segundos, el sistema la vuelve a introducir automáticamente para protegerla. También pueden producirse errores de lectura en el chip o en la banda magnética, lo que impide que la máquina reconozca la tarjeta correctamente y decida conservarla como medida preventiva.

Otras razones incluyen que la tarjeta esté caducada, bloqueada por el banco o haya sido denunciada por robo. Asimismo, si el sistema detecta varios intentos fallidos de ingreso del PIN o algún patrón sospechoso, puede asumir que se trata de un posible fraude y retenerla de forma automática. En la mayoría de los casos, se trata de un protocolo de seguridad.

Cómo actuar

Si notas que el cajero no ha devuelto tu tarjeta al finalizar la operación, lo primero que debes hacer es mantener la calma y actuar rápidamente. En muchos casos, puedes intentar recuperarla directamente utilizando los controles del propio cajero.

Busca un botón físico identificado con una X roja o la palabra «Cancelar». Este botón sirve para cerrar la sesión abierta en la máquina. En algunos modelos, al pulsarlo durante varios segundos, se reinicia el sistema de salida y se puede forzar la devolución de la tarjeta.

En cajeros con pantalla táctil, intenta cerrar manualmente todas las funciones abiertas. Algunos modelos modernos incluyen una opción explícita para recuperar tarjeta, visible en la interfaz si la operación quedó incompleta o si se detectó un fallo.

Si después de intentar recuperar tu tarjeta desde el cajero no logras obtenerla, lo más recomendable es comunicarte de inmediato con tu entidad bancaria. Al momento de hacer el reporte, ten preparada información clave que facilitará el proceso: tu nombre completo, el número de tu cuenta o al menos los últimos dígitos de la tarjeta, el número identificador del cajero (normalmente visible en una etiqueta o en la pantalla) y la dirección exacta donde se encuentra el dispositivo. Con estos datos, el banco podrá bloquear la tarjeta para evitar cualquier uso no autorizado.

Medidas preventivas

Aunque no existe un método completamente infalible para evitar que un cajero automático retenga tu tarjeta, sí hay una serie de recomendaciones que pueden ayudarte a reducir en gran medida el riesgo de que esto ocurra.

En primer lugar, es fundamental no perder de vista el proceso mientras estás utilizando el cajero. También es importante evitar usar tarjetas visiblemente dañadas o desgastadas, ya que los chips defectuosos o las bandas magnéticas deterioradas pueden impedir que el cajero las lea correctamente, generando errores que podrían llevar a su retención.

Antes de insertar tu tarjeta, inspecciona visualmente el cajero. Si observas ranuras anómalas, piezas sueltas, adhesivos extraños o componentes que sobresalen, es posible que el cajero haya sido manipulado con fines fraudulentos (por ejemplo, con dispositivos conocidos como skimmers). En ese caso, es mejor no utilizarlo.

Siempre que sea posible, aprovecha las tecnologías sin contacto. Hoy en día, muchas tarjetas y aplicaciones móviles permiten realizar operaciones mediante NFC, lo que elimina la necesidad de introducir físicamente la tarjeta en el cajero y, por lo tanto, elimina el riesgo de que se quede atrapada.

Finalmente, mantén tu tarjeta actualizada. Si se acerca la fecha de vencimiento, pide una renovación antes de que caduque. Y asegúrate de que no haya bloqueos preventivos aplicados por el banco por motivos de seguridad. Éstas pequeñas acciones pueden ahorrarte un gran disgusto.