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Perdió la final de Bastad (6-3, 6-2)

Un agotado Nadal cae ante Borges y se queda sin título en Bastad

Rafa Nadal perdió en la final de Bastad ante Nuno Borges y se despide de la posibilidad de ganar el título

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafa Nadal se queda sin el título de campeón en Bastad. El tenista balear, después de las dos palizas físicas de cuartos de final y semifinales, no pudo competir de tú a tú en la final ante un brillante Nuno Borges, que suma su primer título ATP ante uno de los mejores de todos los tiempos. Nadal, agotado de ideas y piernas, cayó por un claro 6-3, 6-2 en apenas una hora y 25 minutos que representan el jarro de agua fría que cayó sobre los hombros de la leyenda y de todos los aficionados que esperaban celebrar un nuevo título de Rafa en Bastad 19 años después del primero.

La peor versión de Nadal llegó en el día más ilusionante, en el regreso del campeón español a una final 25 meses después. Sin embargo, pese a lo abultado del resultado y las malas sensaciones que dejó Rafa, el cúmulo de errores y las dificultades de movilidad deben añadirse al carro del cansancio de un jugador de 38 años que se dejó seis horas y media en pista en los dos días anteriores. Sin duda, todo ello afectó a Rafael Nadal, que pierde la posibilidad de ganar su 94º título ATP, mientras Borges gana el primero de su carrera con todo merecimiento.

Los errores no forzados de Rafa marcaron la diferencia en un duelo en el que el juego plano y recto de Borges, unido a una gran solidez desde mediados del primer set, marcaron la diferencia. Por supuesto, hay que hacer mención a la debilidad mostrada por Nadal al servicio, con un total de cinco breaks capitales para explicar el tropiezo. Ahora, el español tendrá que descansar y preparar a conciencia los Juegos Olímpicos de París, donde tiene previsto competir tanto en individuales como en dobles junto a Carlos Alcaraz.

Partido para olvidar de Nadal

El análisis del partido viene marcado por lo sucedido ante Mariano Navone, en cuartos de final, y frente a Duje Ajdukovic, en semifinales. Un torneo ATP 250 obliga a jugar las tres últimas rondas en partidos consecutivos y Rafael Nadal, a sus 38 años y tras mes y medio de inactividad, había necesitado de seis horas y media para superar las dos rondas anteriores a la final. Ahí aparecía Nuno Borges, número 51 del ranking ATP, mucho más fresco y dispuesto a ganar su primera final entre los mejores. Un veterano de 27 años pero con la ilusión del novato y las piernas preparadas para dominar.

Se esperaba que el ambiente de la final pudiera decantar la balanza del lado de Rafa Nadal pero bajo el soleado día en Bastad se vislumbró pronto que no estábamos ante una versión positiva del manacorí. Pesado en sus movimientos laterales, Nadal no encontró en ningún momento el saque, que perdería en sus tres primeros turnos de servicio. Logró dos breaks por el camino el balear, pero fue insuficiente para frenar a un Borges que en cuanto supo salir de la montaña rusa en la que se había convertido en inicio de partido, puso el primer set a buen recaudo por 6-3.

Borges, merecido campeón en Bastad

El coraje de Nadal se dejó entrever en un inicio de segundo set también sufrido, pero en el que intentó golpear más con su revés y al resto, aunque su posición en pista, demasiado retrasada, le impedía atacar con frecuencia, algo clave teniendo en cuenta su edad y, sobre todo, el cansancio acumulado. Necesitaba una ayuda Rafael desde el otro lado de la pista, pero Nuno Borges aumentó si cabe su solidez y dejó que sus tiros rectos, tanto de revés como, sobre todo, de drive, le dieran primero la igualdad y después un break decisivo con 3-2.

No volveríamos a ver a Rafael Nadal ganar un juego en la final, que se convirtió en una pesadilla y a su vez en un monólogo de Nuno Borges, que acabó con la contienda por 6-3, 6-2 antes de llegar a la hora y media de partido. No pudo ser para Nadal, lo que no quita que su semana merezca un sobresaliente y una ovación por no rendirse nunca y luchar hasta el final. Próximo capítulo, en los Juegos de París.