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Vuelta a España 2020

Ackermann triunfa en Madrid y Roglic se lleva su segunda Vuelta a España

Pascal Ackermann se impuso en la decimoctava y última etapa de la Vuelta a España, con final en Madrid. Primoz Roglic confirmó su segundo triunfo consecutivo en la Vuelta, escoltado en el podio por Carapaz y Carthy

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

La fiesta de Primoz Roglic, la segunda consecutiva en la Vuelta a España, tuvo un invitado de excepción en la figura de Pascal Ackermann. El sprinter alemán de Bora se impuso en la etapa final de la ronda española, con el clásico final en Madrid, y se coronó como ‘el otro’ vencedor del día, a la sombra de un Roglic que de forma merecida, pero con una igualdad extraordinaria, venció a Carapaz y Carthy para resarcirse del sorpasso final del Tour y llevarse el rojo de campeón.

La última etapa de la Vuelta, como de costumbre, tuvo dos partes diferenciadas. La primera, antes del circuito de la capital, tuvo como grandes protagonistas a los vencedores de la carrera. Primoz Roglic se dio por segundo año consecutivo el merecido baño de masas del campeón, con fotos con los otros portadores de los maillots, con su equipo y con sus acompañantes en el podio, Richard Carapaz y Hugh Carthy.

Las instantáneas no sólo captaron a los campeones, sino también dos de las imágenes del día. Carapaz, lejos de mostrarse cabreado con Movistar por su maniobra de dudoso gusto en La Covatilla, fue ‘pillado’ charlando amistosamente con el director telefónico José Luis Arrieta, e incluso abrazado con su amigo Marc Soler, precisamente el que tiró –¿voluntariamente?– de Roglic en los últimos metros del coloso bejarano. Pelillos a la mar y muy buen perder de un corredor casi siempre ejemplar, como el de Carchi.

Llegados al circuito en Madrid, y atravesando algunas de sus calles más emblemáticas, el pelotón se quebró para dar paso a una escapada liderada por Wellens y Serrano, y con Gruzdev y Smith como invitados de excepción. Las posibilidades eran mínimas y los protagonistas lo sabían, pero su fuerza en el llano y una relajación inicial del grupo principal les hizo soñar con la siempre prestigiosa victoria en el final de la Vuelta.

Ya en los últimos kilómetros, los verdaderamente importantes, vencedores y vencidos de la clasificación general pasaron a posiciones medias en el pelotón, a la vez que UAE, Bora y Deceuninck pasaban al ataque para preparar la llegada. Los fugados se convirtieron en meras referencias hasta la lógica neutralización, previa al inevitable sprint para poner punto y final a la Vuelta.

Bicicletas rodando a 80 km/h por el centro neurálgico madrileño hasta la llegada del último kilómetro, en el que Deceuninck intentó recuperar la posición privilegiada en el pelotón para el gran favorito, Sam Bennett. El irlandés no contó con su treno habitual pero luchó hasta el último minuto, sin éxito, para superar a un sobrio Pascal Ackermann, que se convierte en el último, pero no menos importante, vencedor de la segunda Vuelta de Roglic.