El argentino debió ser expulsado por propinar un puñetazo al rival

El 3-0 del Barça llegó tras una agresión de Messi a Fabinho

Lionel Messi debió ser expulsado en la jugada que provocó la falta del 3-0 del Barcelona, al propinar un puñetazo en el rostro de Fabinho, que había cometido falta sobre él. El colegiado dejó pasar la jugada y Messi clavó la falta en la misma escuadra, sentenciando al Liverpool.

Messi
El momento en el que Messi lanza un puñetazo a Fabinho.

La enésima victoria del Barcelona gracias a Lionel Messi pudo tener un final muy diferente de haber intervenido los árbitros o el VAR en una jugada que pasó desapercibida y a la postre finalizó con una obra de arte del astro argentino en forma de golazo que significaba el 3-0. Messi ejecutó una falta magistral que se coló por la misma escuadra de la meta del Liverpool, pero en esa misma acción, señalada por Kuipers, cometió una agresión sobre Fabinho en la que debió ser expulsado. 

Corría el minuto 81 cuando un Liverpool volcado y noqueado por el resultado se volcaba hacia la portería del Barça, dejando las contras del equipo culé libres para las conducciones de Messi y compañía. En una de ellas, el astro argentino fue obstruido por Fabinho, con una falta clarísima y que se confirmaría como peligrosa segundos después. Leo vio como el brasileño le iba a chocar voluntariamente, y al no poder evitarlo, decidió contestar con un puñetazo en el rostro de Fabinho, que salió dolorido de un lance que le costó, además, la tarjeta amarilla.

Kuipers debió señalar la falta del centrocampista del Liverpool, que existió, pero también enseñar la tarjeta roja directa por una agresión injustificable de Messi sobre Fabinho. La repetición de la imagen no deja dudas, el golpeo de Leo en el rostro del jugador brasileño existe y no es fortuito, por lo que la obra de arte del 3-0 del Barça pudo no haber sucedido de haber actuado el colegiado, o el VAR, con el reglamento en la mano.

Lo último en Deportes

Últimas noticias