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Es uno de los pueblos más bonitos de España y Portugal está reclamando su soberanía

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Uno de los pueblos más bonitos de España nos está esperando, Portugal reclama su soberanía y es un destino de visita obligada. La realidad es que estamos ante un tipo de elemento que puede acabar siendo el que nos acompañe en estos días que tenemos por delante y que realmente debemos empezar a prepararnos. Por lo que, habrá llegado el momento de empezar a pensar en todo lo que tenemos por delante y en esa escapada especial que puede estar esperándonos.

La soberanía de este pueblo lo está reclamando una serie de detalles que son claves y que quizás hasta ahora nunca hubiéramos imaginado. Es el momento de poner en práctica esa escapada que podemos empezar a planificar, especialmente si estamos ante un tipo de elemento que puede ser fundamental y que quizás hasta ahora no habíamos esperado. Es la hora de conseguir un tipo de elemento que puede ser el que nos haga pensar en ese viaje soñado que tenemos por delante y que quizás hasta ahora no habíamos pensado que fuera tan importante. Quedarnos cerca de casa nos ahorrará un buen dinero de la mano de este tipo de desplazamientos cortos e intensos.

Uno de los pueblos más bonitos de España

España tiene una serie de pueblos que nos están esperando y que pueden ser los que marquen una diferencia importante en todos los sentidos. Habremos tenido que poner en práctica una serie de elementos que son los que nos acompañarán en estos días de desplazamientos.

Empieza el momento en el que tenemos que seguir una serie de directrices que son claves y que quizás hasta ahora nunca hubiéramos tenido en cuenta. Las restricciones de presupuesto nos hacen pensar un poco más para poder encontrar algunos elementos que son claves y que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta.

Una escapada rural puede acabar siendo lo que nos ha reaccionar, empezar a pensar en lo que tenemos por delante y en lo que nos está esperando. Un desplazamiento más corto, significa invertir menos dinero en este viaje que podría acabar generando más de una alegría.

Es la hora de empezar a pensar en lo que nos está esperando, un cambio de ritmo de mano de este viaje que debemos hacer y que en este pueblo encontraremos un destino que quizás no conocíamos. Toma nota del pueblo que vas a querer visitar.

Un destino que Portugal reclama su soberanía

Olivenza es un pueblo de Extremadura que ha estado a merced de los dos reinos, el de España y Portugal. En sus calles se plasma ese cambio de rumbo para el que quizás hasta ahora nunca habíamos tenido en cuenta algo que nos está esperando con creces.

Una historia, la de un territorio que es la de casi todos los territorios fronterizos. Las fronteras nunca o casi nunca llegan a gusto de todos, pero son un elemento necesario para poder poner en práctica algunos ingredientes que serán fundamentales.

Tal y como nos indican desde la página web de este municipio: » El origen de Olivenza es castellano, y marca su inicio en la reconquista definitiva de Badajoz por el rey Alfonso IX en 1230. Recompensó a los Templarios por los servicios prestados con los enclaves de Burguillos y Alconchel, y estos extendieron su zona de influencia hasta lo que era en ese momento Olivenza, poco más que un conjunto de chozas, huertos y casas surgidas alrededor de un generoso manantial, la actual Fuente de La Corna.  Los Templarios dejaron su legado arquitectónico con la construcción de un Castillo y un Templo a Santa María, y organizando la explotación del término, y poco después paso a manos del Concejo y Obispado de Badajoz».

Parte del territorio estuvo en manos del Reino de Portugal: «El mal momento político del reino castellano y las ofensivas musulmanas permitieron al Rey portugués D. Dinis recuperar e intercambiar varias villas y plazas de una manera muy beneficiosa, entre ellas, nuestra ciudad. La Olivenza portuguesa fue acrecentando con el tiempo sus defensas, tanto en épocas de paz como de guerra, en un esfuerzo por mantener a salvo tan estratégico lugar, y nos dejaron como herencia la torre del homenaje, la más alta de la frontera, multitud de torreones, fragmentos de murallas, de un foso inundable, o de el Puente de Ajuda».

Hasta hace unos siglos no perteneció a España: «Si la historia de la Olivenza portuguesa se confunde en gran medida con la crónica de sus fortificaciones sucesivas, la historia de la Olivenza española (desde 1801 hasta hoy) resulta a su vez inseparable de la crónica de una reivindicación. Y es que las fronteras del Portugal continental experimentaron una sola variación desde el Tratado de Alcañices a finales del S. XIII: la pérdida de Olivenza en 1801».