Trucos

El trucazo para no tener que planchar tanto rato y llevar la ropa sin arrugas

trucazo planchar
Cómo ahorrar tiempo a la hora de planchar
Blanca Espada

Hacer la colada es una de las tareas del hogar que menos gusta a la gente, a pesar de que hay algunas personas a la que no le cuesta poner lavadoras, y además le relaja planchar. Sin embargo, si a ti se te hace un mundo ponerte a planchar para eliminar todas las arrugas de la ropa, debes saber que existe un trucazo con el que vas a poder planchar sin tardar tanto y además dejando la ropa impecable.

El trucazo para no tener que planchar tanto rato

La plancha es para muchas personas algo relajante que les permite además olvidarse de los problemas del día a día, pero lo cierto es que para la mayoría, especialmente cuando se lleva un ritmo de vida estresante puede ser una de las tareas que menos apetecen. ¿Qué podemos hacer entonces para que no tengamos que estar planchando durante horas?.

Lo cierto es que para facilitar el trabajo y ahorrar tiempo a la hora de planchar, existe un trucazo que consiste en algo que es tan sencillo, como estirar bien la ropa cuando la sacas de la lavadora y la vayas a colgar. Tan solo coge y agita bien la prenda para que se estire, o literalmente, estira de las mangas o de la tela. Luego, la debes colgar correctamente y podrás recogerla sin tantas arrugas y con ello no tendrás que pasarte tanto rato planchando.

Además, puedes también recurrir a otros trucos que puedes  poner en práctica antes, durante y después de planchar. Te los contamos a continuación.

Antes de planchar

El primer paso para que planchar sea más fácil es preparar bien la ropa antes de pasar la plancha. Esto implica lo siguiente:

  • No sobrecargar la lavadora. Si metemos demasiada ropa en el tambor, se arrugará más y nos costará más plancharla. Lo ideal es llenar la lavadora hasta dos tercios de su capacidad.
  • Sacar la ropa en cuanto acabe el lavado. Si dejamos la ropa dentro de la lavadora mucho tiempo después de terminar el ciclo, se formarán más arrugas y se impregnará de mal olor. Lo mejor es sacarla lo antes posible y tenderla.
  • Sacudir y estirar las prendas antes de tenderlas. Como dijimos este es el trucazo que mejor te va a funcionar. Con este gesto, eliminaremos algunas arrugas y facilitaremos el secado. Además, evitaremos que se formen marcas o pliegues indeseados en la ropa.
  • Poner un foco de calor cerca de la ropa tendida. Esto ayudará a que se reduzcan las arrugas y a que la ropa quede más lisa. Por ejemplo, podemos tender la camisa en el baño mientras nos duchamos, aprovechando el vapor que se genera.

Durante el planchado

Una vez que tenemos la ropa lista para planchar, podemos seguir estos consejos para hacerlo de forma eficaz y rápida:

  • Meter pequeñas perlas de suavizante en el agua de la plancha. Esto hará que la ropa esté más suave y huela mejor. Además, el suavizante facilita el deslizamiento de la plancha y evita que se pegue a las prendas de modo que plancharás más rápidamente.
  • Separar la ropa por tipos de tejido. Cada tejido tiene una temperatura y un grado de humedad óptimos para ser planchado. Por eso, es conveniente clasificar la ropa según su composición y empezar por las prendas más delicadas, que requieren menos calor, e ir subiendo la temperatura según el tipo de tejido.
  • Planchar por el revés. Esto evitará que se produzcan brillos o marcas en la parte visible de la prenda. También protegeremos los botones, las cremalleras y los adornos que puedan tener las prendas.
  • Doblar o colgar la ropa una vez planchada. Para evitar que se arrugue de nuevo, lo mejor es doblar o colgar la ropa inmediatamente después de plancharla. Así mantendremos su forma y su aspecto.

Después del planchado

Para terminar, hay algunos cuidados que podemos tener con nuestra plancha para alargar su vida útil y mejorar su rendimiento:

  • Limpia la base de la plancha. Con el uso, es normal que se acumulen restos de suciedad o de productos en la base de la plancha. Para eliminarlos, podemos pasar un paño húmedo cuando la plancha esté fría o usar un producto específico para limpiarla.
  • Vaciar el depósito de agua. Si dejamos agua dentro del depósito de la plancha, puede provocar fugas o daños en el aparato. Por eso, es recomendable vaciarlo después de cada uso y guardarlo en posición vertical.
  • Desincrustar la cal. La cal del agua puede obstruir los orificios de salida del vapor y afectar al funcionamiento de la plancha. Para evitarlo, podemos usar agua destilada o filtrada para llenar el depósito o realizar una limpieza periódica con vinagre o con un producto antical.

Siguiendo estos trucos, podremos planchar nuestra ropa de forma fácil y rápida, consiguiendo un resultado profesional y duradero. ¿Te animas a ponerlos en práctica?

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