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Acción de Gracias

La razón por la que Acción de Gracias siempre se celebra en jueves

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El Día de Acción de Gracias o «Thanksgiving» es un día muy especial en Estados Unidos, y muy popular en todo el mundo, en el que se da gracias por la familia y todo lo que se tiene alrededor de la mesa en la que se sirve una gran cena. Una de las celebraciones más especiales del año y que siempre se da el cuarto jueves del mes de noviembre. Pero ¿quién eligió este día? Para averiguar la respuesta debemos remontarnos a varios siglos atrás, así que presta atención porque te contamos a continuación, la razón por la que Acción de Gracias siempre se celebra en jueves.

Esta celebración tiene lugar el cuarto jueves de noviembre, pero esta elección no fue siempre así. El origen de la fecha tiene raíces históricas que se remontan a los primeros colonos en América y a una serie de eventos que marcaron el camino hacia la institucionalización de este día especial.

¿Por qué Acción de Gracias se celebra en jueves?

La primera celebración de Acción de Gracias en América se dio en 1621, cuando los colonos ingleses en Plymouth (actual Massachusetts) compartieron una comida con los nativos Wampanoag para celebrar la cosecha y dar gracias por los frutos de la tierra. Sin embargo, esta celebración no tenía una fecha fija y se realizó de manera informal.

Fue el presidente Abraham Lincoln quien, durante la Guerra Civil Americana en 1863, proclamó oficialmente el Día de Acción de Gracias como un día de «acción de gracias y alabanza a nuestro benefactor celestial». En ese momento, Lincoln estableció la fecha para el último jueves de noviembre, en un esfuerzo por unir a la nación dividida por la guerra civil. La fecha seleccionada tenía como objetivo dar tiempo para que las familias se reunieran y celebraran los logros, además de agradecer por las bendiciones recibidas.

A lo largo de los años, la fecha del cuarto jueves de noviembre se fue consolidando, hasta que en 1941, el Congreso de los Estados Unidos adoptó oficialmente esta fecha como el Día Nacional de Acción de Gracias. La elección de jueves fue en parte por razones prácticas: se buscaba dar tiempo suficiente para que las familias pudieran reunirse y disfrutar de un festín, sin que afectara demasiado al calendario laboral o escolar.

Hoy en día, Acción de Gracias es una festividad nacional importante en Estados Unidos, conocida por ser una ocasión de reunión familiar y de agradecimiento, marcando también el inicio de la temporada navideña. Además, se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre lo que tenemos y compartir con los demás, especialmente a través de la tradición del «banquete» con pavo y otras comidas típicas.

El Día de Acción de Gracias y el pavo

Según la tradición, debe celebrarse en familia y posiblemente en casa. Cada familia prepara para la ocasión el clásico pavo relleno, que se acompaña de batatas, y otras salsas como la de arándanos.

El pavo es un animal originario del continente americano que fue llevado a Europa por parte de los españoles cuando se descubrió América. Una vez comenzó el peregrinaje hacia los Estados Unidos por parte de los europeos que viajaron en el Mayflower, estos llevaron «de vuelta» el pavo y se convirtió en todo un símbolo y en el gran manjar que se sirve en Estados Unidos.

La fiesta en la Casa Blanca

La celebración de Acción de Gracias en la Casa Blanca es un evento tradicionalmente cargado de simbolismo, que refleja tanto la historia del país como el espíritu de la festividad. Aunque la festividad tiene un enfoque familiar, la Casa Blanca también sirve como escenario para importantes ceremonias y gestos simbólicos.

Uno de los eventos más esperados y significativos en la Casa Blanca durante Acción de Gracias es la «ceremonia del indulto al pavo». Esta tradición comenzó en 1947, aunque no fue formalizada hasta la presidencia de George H.W. Bush en 1989, cuando se convirtió en un evento oficial. En esta ceremonia, el presidente recibe un pavo vivo que se «indulta», es decir, se le perdona la vida y se le permite vivir en un lugar seguro en lugar de ser servido en la mesa de la cena presidencial. A lo largo de los años, el evento ha tomado un tono humorístico y simbólico, representando un gesto de bondad y paz, aunque, en su origen, la ceremonia estaba asociada a la industria avícola y las granjas de pavo.

Además de este evento público, la Casa Blanca celebra una cena privada donde el presidente y su familia se reúnen para compartir una comida. Aunque los detalles de la comida no se hacen públicos cada año, es tradicional que el menú incluya pavo, puré de patatas, batatas, salsa de arándano, pastel de calabaza y otros platos típicos de la festividad. La primera dama a menudo juega un papel destacado en la organización de la cena.