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La OCU denuncia a esta conocida marca por su forma de vender pescado

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La proliferación de productos elaborados con ingredientes completamente vegetales, ha llevado a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a levantar la voz sobre una problemática cada vez más habitual. Según la OCU, el etiquetado de muchos de estos productos es engañoso y tiende a confundir a los consumidores. Esta situación subraya la necesidad de transparencia en las etiquetas para garantizar que los compradores están plenamente informados sobre lo que están comprando. En este caso, la OCU ha dado la voz de alerta sobre una práctica de una marca de pescado.

La marca de pescado vegetal sobre la que alerta la OCU

La OCU lleva tiempo avisando sobre determinados productos vegetarianos y veganos que intentan imitar alimentos de origen animal, denunciando prácticas de etiquetado que pueden confundir al consumidor.

Un claro ejemplo de esto es el producto vendido bajo la marca La Sirena llamado «Current Tuna», que aunque claramente se anuncia como un producto a base de vegetales, lleva impreso en su envase «lomo de Atún Rojo Congelado», lo cual es como completamente falso según la organización. Esta acción infringe normativas claras, como el Reglamento europeo 1169/2011 y la Ley General de Defensa de los Consumidores.

En un caso similar, la marca Heura ha sido sancionada tras una sentencia que resalta su infracción al etiquetar sus productos vegetales como «filetes de merlvza», modificando sutilmente la palabra merluza para evocar el producto marino sin serlo. La OCU subraya que tales tácticas no sólo confunden, sino que también violan el artículo 7 del mismo reglamento, desorientando al consumidor sobre la verdadera naturaleza del producto.

La organización resalta su preocupación sobre cómo algunos productos se presentan con imágenes y nombres que sugieren ser algo que no son, tales como «delicias veganas estilo gambas», usando nombres típicos de carnes como escalope, filetes, o chorizo, lo cual puede crear confusión entre los consumidores.

El problema de las etiquetas confusas

La creciente popularidad de los productos vegetarianos y veganos ha llevado a una expansión en la oferta de alternativas a base de vegetales en los supermercados, desde bebidas y postres de soja, hasta hamburguesas «veggie» y, más recientemente, «pescados» completamente vegetales.

Estos productos buscan ofrecer a los consumidores que evitan los alimentos de origen animal una experiencia culinaria similar sin comprometer sus principios éticos o dietéticos. Sin embargo, el problema surge cuando la publicidad y el etiquetado de estos productos generan confusión entre los consumidores respecto a lo que realmente están comprando. Son muchos los productos vegetales que tratan de presentarse como algo diferente:

En respuesta a esta situación, el Tribunal de Justicia Europea ya estableció en 2017 ciertos límites, como la prohibición de utilizar términos como leche, nata, queso o mantequilla para productos vegetales, con la excepción de la «leche de almendra». Desde entonces, ha habido una continua contienda respecto a las denominaciones permitidas, exacerbada ahora por los conocidos como «pescados vegetales» que, aunque similares en apariencia, no ofrecen los mismos nutrientes ni beneficios que sus equivalentes marinos.

El Reglamento 1169/2011, una norma de ámbito europeo, regula esta cuestión al estipular que la información en las etiquetas debe ser clara y no inducir a error en cuanto a las características esenciales del alimento, incluyendo su naturaleza, identidad, cualidades y composición. A pesar de que la ley es explícita en este sentido, en la práctica, algunos fabricantes recurren a estrategias ambiguas que intentan desorientar al consumidor.

Peticiones de la OCU

En relación con este tema, la OCU aboga por una regulación que garantice la transparencia en el etiquetado de los alimentos, evitando cualquier tipo de confusión o engaño para los consumidores. Asimismo, solicita que se prohíba el uso de nombres que puedan inducir a error, como «tuna» o «Chick*n», incluso si están en otro idioma, ya que son términos ampliamente reconocidos por los consumidores.

Por otro lado, la OCU insta a evitar el uso de términos que hagan referencia a animales, a menos que estén claramente precedidos por expresiones como «sabor» o «aroma», y que estos términos sean presentados con el mismo tamaño de letra que el resto de la etiqueta. Recomienda seguir el ejemplo de Francia, donde se ha prohibido el uso de denominaciones como «filete», «chorizo» o «salchicha» en productos vegetales, ya que estos términos están asociados comúnmente a productos cárnicos.