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El motivo por el que jamás debes dejar una lata abierta en la nevera: lo piden los expertos

Toma nota de lo que dicen los expertos sobre dejar una lata abierta en la nevera

Ni telas ni papel film: el increíble truco de esta panadería para conservar el pan fresco durante semanas

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Los especialistas en seguridad alimentaria han lanzado una clara advertencia sobre un hábito común que podría representar un riesgo para la salud: guardar latas abiertas en el refrigerador. Esta práctica, ampliamente extendida, debería ser abandonada según recomiendan los expertos en nutrición y conservación de alimentos.

Es fundamental prestar atención a estos pequeños detalles que pueden marcar una gran diferencia en la correcta conservación de nuestros alimentos, contribuyendo así a mantener una alimentación segura y saludable. Los métodos adecuados de almacenamiento resultan esenciales para preservar tanto el valor nutricional como la inocuidad de lo que consumimos.

Los alimentos enlatados constituyen un recurso valioso para mantener una despensa bien surtida, permitiéndonos preparar comidas nutritivas y sabrosas en cualquier momento. Sin embargo, una vez abierto el envase metálico, el contenido debe transferirse inmediatamente a recipientes herméticos de vidrio o plástico antes de refrigerarlo.

Esta precaución se debe a que el metal de las latas, al entrar en contacto con el oxígeno y la humedad del refrigerador, puede oxidarse y transferir sustancias no deseadas a los alimentos. Además, los envases abiertos pueden absorber olores de otros productos almacenados en la nevera, alterando su sabor original y potencialmente acelerando su deterioro.

Lo piden los expertos en alimentación

La realidad es que vivimos tiempos en los que la comida cobra un nuevo protagonismo y lo hace de tal forma que nos obliga a mirar con lupa cada ingrediente que llega a nuestra mesa. Son tiempos de apostar claramente por un tipo de elemento que puede ser esencial.

Las latas y los alimentos congelados pueden cambiarnos la vida y lo harán de tal forma que acabarán siendo básicos para conseguir un plus de buenas sensaciones que hasta la fecha no sabíamos que teníamos. Es hora de apostar claramente por un tipo de comida low cost que debemos cuidar al máximo.

Una lata de aceitunas es casi un básico de las casas españolas, aunque no siempre nos las terminamos en el aperitivo. Con lo cual, acaban, con la lata abierta ocupando un espacio en la nevera que debemos empezar a eliminar. La realidad es que esta costumbre no es demasiado buena, sobre todo, si tenemos en cuenta lo que acaba suponiendo.

Nos sorprenderá lo que dicen los expertos de una práctica que puede llegar a ser especialmente perjudicial para todos y podría suponer un giro radical sin que nada podamos hacer para impedirlo.

Jamás debes dejar una lata abierta en la nevera

Una costumbre muy nuestra, esa lata que se queda para el próximo día a la espera de tiempos mejores, puede convertirse en una auténtica pesadilla si tenemos en cuenta las consecuencias que puede darnos en estos días que tenemos por delante. Los problemas que se deriban de un alimento tan delicado como este que acaba mal guardado pueden ser terribles.

Tal y como nos explican desde el Palacio de Oriente: «En cualquier despensa es fácil encontrar productos en conserva. La industria alimentaria vivió una revolución entre los siglos XVIII y XIX gracias a los métodos de preservación de alimentos propuestos por el confitero Nicolas Appert, a quien se considera el inventor de las conservas al introducir los productos en un frasco de vidrio cerrado herméticamente. Con el paso del tiempo, los envases de almacenaje de los productos en conserva se han ido perfeccionando y en la actualidad la hojalata y el aluminio son los materiales más empleados para la fabricación de las latas para conservas. Este tipo de recipientes no solo facilitan el transporte de los alimentos, sino que garantizan que el contenido sea almacenado de una forma segura durante largos periodos de tiempo, teniendo una vida útil de cuatro a seis años hasta su fecha de consumo preferente, siempre que estén en buen estado y no presenten abolladuras o golpes».

Las consecuencias de poner una lata abierta en la nevera pueden ser terribles, tal y como vemos en el mismo blog, puede llevarnos hasta el hospital más próximo o incluso algo peor.

Introducir una lata abierta sin terminar en el frigorífico no es una práctica recomendable ni sana, ya que conlleva una serie de inconvenientes: