Esto es lo que tienes que hacer con la carne nada más llegar a casa: lo piden los carniceros
La mejor carne que tienes que comprar según un carnicero
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Ir a la carnicería o al supermercado a por carne es algo que hacemos casi de forma automática: elegimos el corte que más nos gusta y, al llegar a casa, lo primero que hacemos es meterlo en la nevera. Sin embargo, para que la calidad de la carne y la seguridad alimentaria no se vean comprometidas, los carniceros ofrecen una serie de consejos sobre cómo manipularla y conservarla.
Por su parte, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) señala que «cuando lleguemos a casa, trataremos de clasificar los alimentos en alimentos que no necesitan frío, alimentos refrigerados y alimentos congelados. La etiqueta de los productos alimenticios nos puede ayudar, ya que en muchos casos nos informará del modo de conservación más adecuado. No tires los envases de los productos sin asegurarte de que conoces bien el modo de conservación y de empleo. No debemos almacenar productos o limpiadores químicos junto con alimentos y nunca se debe utilizar para almacenar alimentos, recipientes que hayan contenido productos no alimenticios o sustancias químicas».
¿Cómo conservar la carne?
Uno de los errores más frecuentes es dejar la compra sobre la mesa mientras ordenamos otras cosas. La carne, al ser un alimento perecedero, se debe mantener entre 0 °C y 5 °C; por encima de esta temperatura, las bacterias empiezan a multiplicarse con rapidez. Por eso, al llegar a casa, la carne debería ser lo primero que guardamos en la nevera.
Ahora bien, es importante recordar que el orden en el frigorífico influye en la conservación de los alimentos. La parte inferior es la más frías; aquí se debe colocar la carne cruda, siempre en recipientes cerrados o envases herméticos para evitar goteos. Para evitar la contaminación cruzada, nunca se debe mezclar la carne cruda con alimentos listos para su consumo, como quesos o ensaladas.
- Al llegar a casa, organiza primero la carne para no romper la cadena del frío.
- Si viene en bandeja cerrada y la vas a consumir en uno o dos días, puedes dejarla así. Si la has comprado en carnicería y simplemente está envuelta, pásala a un tupper o envuélvela bien con film transparente.
- Colócala en la balda inferior de la nevera (justo encima del cajón de verduras). Esa zona mantiene mejor la temperatura.
- Mantén la temperatura adecuada (entre 0 °C y 5 °C).
Congelación y descongelación
Si no vas a consumir la carne en uno o dos días, lo mejor es congelarla lo antes posible. Cuanto menos tiempo pase a temperatura ambiente, mejor. Para ello, utiliza bolsas de congelación o papel film, eliminando el máximo de aire para evitar quemaduras por frío. Apunta la fecha de congelación; de esta manera, sabrás cuánto tiempo lleva almacenada. Para descongelar la carne, evita hacerlo a temperatura ambiente. Lo más seguro es pasar la carne del congelador a la nevera unas horas antes.
Cómo elegir la mejor
Una de las preguntas más frecuentes entre quienes compran carne es cómo saber que un producto es fresco y de calidad:
- El color es un indicativo inmediato de frescura y calidad. En la carne de vacuno, un tono rojo vivo y brillante es señal de que el producto es reciente y ha sido bien conservado. La carne de cerdo, por su parte, debe mostrar un rosa claro uniforme, sin partes más oscuras ni manchas verdosas. En cuanto al pollo, la carne fresca tiene que ser ser de un rosado homogéneo.
- El olor es otro indicador a tener en cuenta. Una carne de calidad desprende un olor suave y característico de cada especie, pero nunca debe oler fuerte, agrio o desagradable. Los olores intensos o extraños suelen ser síntoma de descomposición o de almacenamiento inadecuado.
- Un buen corte debe ser firme y ligeramente húmedo, pero nunca pegajoso, viscoso o baboso. La firmeza indica que la carne se ha conservado correctamente y que no ha perdido sus propiedades naturales.
- En el caso de la carne de vacuno, la infiltración de grasa, también conocida como marmoleo, es un factor determinante del sabor y la jugosidad. Una carne con vetas de grasa distribuidas de manera uniforme se cocinará de forma más equilibrada y resultará más tierna y sabrosa.
- Finalmente, uno de los aspectos más importantes es la confianza en el profesional que nos atiende. Preguntar nunca está de más: un buen carnicero no sólo vende carne, también asesora sobre los mejores cortes, el tiempo de cocción según la receta, y la mejor forma de conservarla en casa.
Por último, cabe señalar una serie de errores a evitar. Tal y como explican los carniceros, dejar la carne en la bolsa, sin meterla de inmediato en el frigorífico, es muy peligroso. Asimismo, guardar la carne cruda junto a alimentos cocinados es un foco de contaminación cruzada. Si está congelada, nunca se debe descongelar bajo agua caliente, ya que altera la textura y fomenta la proliferación de bacterias.
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