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Cocina práctica

Este cocinero profesional desvela un truco infalible para que no se rompan los huevos al cocerlos

Lograr que no se rompan los huevos durante la cocción requiere prestar atención a pequeños pero importantes detalles.

Es aquí donde aparece el chef español Sergio Fernández Luque, que en un programa de TV explicó detalladamente cómo evitar que las cáscaras se agrieten y que la clara se derrame en el agua de cocción.

Cómo cocer huevos perfectos

Uno de los factores clave es la temperatura inicial del agua. Si el cambio térmico es demasiado brusco, las cáscaras se rajan.

Por ello, el chef recomienda iniciar la cocción con agua tibia, lo que permite que los huevos se adapten progresivamente al calor. Para evitar que se rompan los huevos, este paso a paso es ideal:

  1. Temperatura ambiente: saca los huevos del frigorífico al menos 30 minutos antes de cocerlos. Esto ayuda a equilibrar la temperatura inicial.
  2. Agua tibia:llena una cazuela con agua tibia. Coloca los huevos con cuidado para evitar golpes que puedan fisurar las cáscaras.
  3. Cocción gradual: enciende el fuego y calienta el agua de forma progresiva. La transición suave evitará que las cáscaras sufran estrés térmico.
  4. Sal y vinagre: añade una pizca de sal y un chorrito de vinagre al agua. Esta combinación sella pequeñas grietas y evita que la clara se disperse si algún huevo se rompe.
  5. Tiempo de cocción: desde que el agua comienza a hervir, deja cocer los huevos entre 9 y 12 minutos, según el punto de cocción deseado.
  6. Enfriado rápido: una vez cocidos, coloca los huevos en agua fría o refréscalos bajo el grifo. Esto detiene la cocción y prepara los huevos para el pelado.

Las mejores técnicas para pelar huevos

Aunque seguir el método anterior ayuda a mantener las cáscaras intactas, el pelado también puede ser complicado. Aquí se presentan varias técnicas para lograr un resultado limpio:

Consejos adicionales para que se rompan los huevos de forma correcta

Cabe recordar por último que la frescura del huevo también afecta su capacidad para pelarse fácilmente. Los huevos más frescos tienen membranas internas más adheridas a la cáscara, lo que dificulta el proceso.

En cambio, los huevos que tienen unos días suelen ser más fáciles de pelar debido a cambios químicos en la clara y la cáscara.