Alerta total en Alicante por la nueva técnica para robar en las playas que está provocando el caos


Las playas de Alicante, conocidas por su belleza y ambiente veraniego, atraen cada año a miles de turistas nacionales e internacionales. Sin embargo, lo que para muchos comienza como un día de desconexión y descanso puede terminar con un desagradable contratiempo: el robo de sus pertenencias. Recientemente, la Policía Nacional ha detectado una técnica para robar en las playas, a la que ha bautizado con un nombre curioso pero muy ilustrativo: el «Mortadelo».
La elección del nombre no es casual. Hace referencia al mítico personaje de cómic creado por Francisco Ibáñez, Mortadelo, conocido por su capacidad para disfrazarse y pasar desapercibido. De manera similar, los delincuentes que operan en la costa han desarrollado un método basado en el camuflaje para que no se les pueda identificar tras cometer el delito.
El ‘Mortadelo’, la nueva técnica para robar en las playas
El «Mortadelo» es un nuevo método hurto que se está extendiendo en algunas zonas turísticas, especialmente en playas concurridas como la del Postiguet, en pleno corazón de Alicante. Consiste en que uno o varios ladrones se hacen pasar por simples veraneantes, mimetizándose con los demás bañistas. Suelen desplegar sus toallas cerca de las víctimas, observan discretamente sus movimientos y esperan el momento más oportuno para actuar.
Una vez localizan una mochila, bolso o pertenencias de valor sin supervisión, entran en acción. Uno de los integrantes del grupo actúa como vigilante o «pantalla», colocándose estratégicamente para ocultar lo que está haciendo su compañero. El otro, con movimientos rápidos pero discretos, sustrae los objetos y ambos se alejan del lugar con aparente normalidad. Hasta aquí, podría parecer una maniobra más de las muchas que se ven en zonas turísticas. Pero lo que diferencia al «Mortadelo» de otras técnicas es lo que ocurre después del robo.
El detalle que ha llamado la atención de las autoridades es la rapidez con la que estos delincuentes cambian de aspecto, ya que llevan en la mochila prendas adicionales que les permiten cambiar completamente de imagen en cuestión de segundos. Si entraron a la playa con pantalones cortos y camiseta blanca, pueden salir de ella con una camisa de colores, gafas de sol y gorra. Esto dificulta notablemente la tarea de los testigos para describir a los responsables y complica la labor de los agentes de policía en los primeros minutos tras el robo, que son cruciales.
Un ejemplo reciente ilustra cómo funciona este método. Una joven turista italiana, de 22 años, disfrutaba de un día de playa junto a sus amigas en la playa del Postiguet. En un momento dado, se alejó para ir al baño y, al volver, descubrió que su mochila había desaparecido. Dentro llevaba sus pertenencias personales, documentación y teléfono móvil. Alarmada, acudió a los agentes de policía, quienes se encontraban patrullando la zona.
Gracias a la colaboración de otros bañistas que presenciaron el hurto, la joven pudo aportar información valiosa. Algunos testigos afirmaron haber visto a dos hombres merodeando cerca de su toalla, comportándose de forma sospechosa. Uno de ellos, según relataron, parecía cubrir al otro mientras éste se agachaba junto a la mochila. Acto seguido, ambos abandonaron la playa a paso rápido.
La actuación de los agentes fue clave para resolver este caso. Mientras algunos atendían a la víctima y recopilaban los datos necesarios, otras unidades se desplegaron en las inmediaciones siguiendo la dirección de huida facilitada por los testigos. No tardaron mucho en localizar a los sospechosos: dos jóvenes de 28 y 22 años, de nacionalidad marroquí, que se encontraban aún por la zona, aunque con ropa distinta a la que describieron inicialmente los testigos.
Tras comprobar los datos y verificar que portaban algunos de los objetos denunciados como sustraídos, los agentes procedieron a detenerlos como presuntos autores de un delito de hurto.
El «Mortadelo» es sólo una de las muchas formas que los ladrones han perfeccionado para robar en las playas. Alicante, por su clima y ambiente, atrae cada año a miles de turistas, lo que convierte ciertas zonas en objetivos ideales para quienes buscan aprovecharse de la confianza o distracción de los visitantes.
Las autoridades insisten en que no se trata de un problema generalizado, pero sí de una realidad creciente. Por ello, la Policía Nacional ha reforzado la presencia en playas como parte de sus planes estivales y anima a los ciudadanos a estar atentos, vigilar sus pertenencias y denunciar cualquier comportamiento sospechoso.
¿Cómo evitar caer en la trampa?
Aunque ninguna medida es infalible, hay una serie de recomendaciones que pueden ayudar a minimizar los riesgos. Lo más importante es no dejar nunca objetos de valor sin vigilancia. Si acudes sólo a la playa, considera llevar lo mínimo necesario y mantener siempre a la vista tus pertenencias.
También son útiles las mochilas o bolsas impermeables que puedas llevar contigo al agua o, al menos, esconder bien tus pertenencias debajo de la toalla, enterradas ligeramente en la arena. Aunque esto no impide el robo, sí lo dificulta.