Cultura

‘Juego de Tronos’ barre en los Emmy y ya es la serie más premiada

La saga ‘Juego de tronos’ hizo historia y la sátira política ‘Veep’ volvió a ganar en una gala de los Emmy muy politizada, donde la estrella de telerrealidad Donald Trump fue objeto de numerosas burlas.

Con sus 38 Emmys a lo largo de sus seis temporadas, ‘Juego de tronos’ se convirtió en la más premiada en la historia de estos galardones, que equivalen a los Oscar en la televisión y se entregan anualmente en Los Ángeles.

La saga basada en las novelas de George R.R. Martin ganó en mejor dirección, mejor guión y mejores efectos especiales, aunque sus estrellas Peter Dinklage y Kit Harington se quedaron sin el premio a actor de reparto, que lo obtuvo en cambio Ben Mendelsohn por ‘Bloodline’.

«Estamos aquí gracias a que George Martin creó este universo en el que todos vivimos y jugamos», dijo uno de los creadores de la saga, David Benioff, al recibir el premio a la dirección.

La saga fantástica venció a pesos pesados como ‘Better Call Saul’, ‘Downton Abbey’, ‘Homeland’, ‘House of Cards’, ‘Mr. Robot’ y ‘The Americans’.

El récord en todas las categorías, incluyendo los programas de no-ficción, lo tiene hasta ahora el show cómico de variedades ‘Saturday Night Live’, con 45 estatuillas.

Reparto de ‘Veep’ en los Emmy. (Foto: AFP)

Los ganadores

Los mejores actores en drama fueron Rami Malek, por ‘Mr. Robot’, y Tatiana Maslany, por ‘Orphan Black’.

‘Mr. Robot’, un thriller de ciberseguridad, se ha convertido en una de las nuevas series más vistas en la televisión estadounidense. Su protagonista Malek dijo, al recibir la estatuilla, que interpreta a un joven que está, «como muchos de nosotros, profundamente alienado».

En tanto, Tatiana Maslany protagoniza el thriller conspirativo ‘Orphan Black’, en el que se mimetiza camaleónicamente en innumerables personajes. «Debí haber escrito un discurso», lamentó, muy emocionada, al aceptar el premio.

Sus equivalentes en comedia fueron Julia Louis-Dreyfus por su rol de vicepresidente ineficaz en ‘Veep’ y Jeffrey Tambor, quien interpreta a un abuelo transexual que sale tardíamente del armario en ‘Transparent’.

La ceremonia empezó con los Emmys a mejores actor y actriz de reparto en comedia para Louie Anderson, de ‘Baskets’, y Kate McKinnon, de ‘Saturday Night Live’.

Y Maggie Smith, por supuesto, sumó a su colección el galardón a mejor actriz de reparto en serie dramática por ‘Downton Abbey’.

También se llevaron las estatuillas Sara Paulson y Courtney Vance, ambos por ‘The People v. O.J. Simpson: American Crime Story’, que a su vez se llevó el premio a mejor miniserie y se convirtió en una de las producciones más premiadas de la noche.

El aclamado programa retrata la batalla legal del caso de O.J. Simpson, el excampeón de fútbol americano acusado de doble homicidio en un caso que tuvo en vilo a la opinión pública estadounidense a mediados de los ’90.

George R. R. Martin, padre de ‘Juego de Tronos’. (Foto: AFP) en

Unos Emmy politizados

A menos de dos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el tono de la velada estuvo marcado por referencias a una campaña particularmente agria.

El ex precandidato republicano Jeb Bush, quien perdió frente a Trump, llevó al presentador Jimmy Kimmel a la gala posando como conductor de Uber. En el trayecto, le dijo, irónicamente: «Si haces una campaña positiva, los electores al final tomarán una buena decisión».

Luego Kimmel se dirigió a Mark Burnett, el creador del reality show que convirtió a Trump en una estrella popular, diciendo: «Gracias a ti, Mark, ya no tenemos que mirar telerrealidad, porque vivimos en ella».

También Louis-Dreyfus comentó, cuando recibió su premio por ‘Veep’, que su «programa comenzó como una sátira política, pero ahora parece un documental».

«Ciertamente, prometo reconstruir ese muro y hacer que México pague por él», se burló.

La anterior estrella de ‘Seinfeld’ se hizo un lugar en el panteón de los Emmys al llevarse este domingo el quinto premio a Mejor actriz de comedia gracias a su papel en ‘Veep’.

Bromeando con las críticas sobre racismo que se suele hacer a la industria del entretenimiento, Kimmel dijo además en su discurso inaugural: «Por fortuna, hay más papeles y más diversidad que nunca antes».

«Aquí en Hollywood, lo único que valoramos más que la diversidad es felicitarnos a nosotros mismos sobre cuánto valoramos la diversidad».