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La madre de la niña fallecida por peritonitis recurre a un psicólogo para asimilar su pérdida

Beatriz, la madre de la niña fallecida por una peritonitis en el Hospital Clínico de Valencia después de acudir por dos veces al Punto de Atención Continuada (PAC) de Viver (Castellón) y una tercera al hospital de Sagunto sin ser diagnosticada de la dolencia que acabó con su vida, ha recurrido a un psicólogo para asimilar el enorme dolor que le ha producido la pérdida de su hija. Máxime, en las circunstancias que concurrieron. Lo que está pasando esta mujer se define con las dos palabras que ella ha pronunciado en su conversación con OKDIARIO: «Es inhumano».

Asimilar la pérdida de una hija siempre resulta muy complicado. Y más, si cabe, en un caso como el de Emma. La niña de 12 años que vivió un auténtico calvario hasta fallecer en el Hospital Clínico de Valencia, a pesar de que facultativos y sanitarios hicieron lo imposible para salvar su vida. Pero ya era tarde.

Emma acudió por vez primera al Punto de Atención Continuada (PAS) de Viver el 29 de enero. Una localidad que dista 6 kilómetros de Jérica, donde residía. El 2 de enero regresó a Viver porque su situación se agravó. En ninguna de las dos veces fue diagnosticada de la dolencia que originó su final. El sábado siguiente, 4 de febrero, sus padres se desplazaron con ella hasta el hospital de Sagunto, donde tampoco fue diagnosticada de su problema. Finalmente, regresó a Viver el domingo siguiente. Y, allí, entró en parada. Fue reanimada y conducida en Samu hasta el Hospital Clínico de Valencia, donde falleció.

Desde entonces, un inmenso y natural dolor atenaza a su madre. Ella ha necesitado asistencia psicológica profesional para asimilar la pérdida de su hija. Pero pese a todo ello, además, esta mujer no ha renunciado ni por un instante a dar un paso adelante y junto a su familia ha llevado el caso a un gabinete jurídico que en los próximos días -posiblemente este jueves- interpondrá las acciones legales pertinentes para conocer si existió una presunta negligencia médica y que el juzgado derive las diligencias que considere oportunas en torno al caso.

Con Beatriz no sólo se ha solidarizado su familia; los vecinos con que cuenta la localidad castellonense de Jérica, según ella misma relata entre lágrimas, no la dejan sola ni un minuto. La cuidan y la protegen durante todo el día, conscientes de la situación que está pasando en una demostración de solidaridad y apoyo sin precedentes. Son los mismos vecinos que el pasado se congregaron multitudinariamente ante el Ayuntamiento en una concentración en memoria de Emma, cuyo final, en el municipio, nadie entiende.

Es Beatriz, también, quien relata que en la reunión con el consejero de Sanidad valenciano Miguel Mínguez, el trato recibido fue «exquisito», que dio las condolencias a la familia, les facilitó la documentación que necesitaban y los dirigió al psicólogo, que es, precisamente, quien ahora trabaja con ella para asimilar tan dura pérdida.

Inicialmente, las diligencias en torno a este caso están en manos del Juzgado de Instrucción 10 de Valencia, que era el de guardia la noche del fallecimiento, que se produjo, además, también en Valencia. No obstante, Fiscalía ha abierto ya diligencias que no se solapan con las acciones de la familia.