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¿Por qué Plutón dejó de ser un planeta? La ciencia explica definitivamente su cambio de categoría

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Plutón, durante años considerado el noveno planeta de nuestro sistema solar, pasó a ser clasificado en una categoría completamente diferente, lo que sorprendió tanto a astrónomos como al público.

Este cambio no fue caprichoso, sino que responde a un factor científico clave: en la inmensidad del universo, un pequeño detalle puede marcar una gran diferencia. En este artículo, exploramos lo que la ciencia tiene que decir sobre Plutón y por qué su estatus planetario cambió para siempre.

¿Por qué Plutón dejó de ser un planeta?

En el universo de la astronomía, no basta con orbitar el Sol y tener una forma redondeada. En 2006, la UAI estableció un tercer criterio clave para definir un planeta: este debe haber «limpiado» su órbita de otros objetos.

Plutón cumple los dos primeros requisitos: orbita alrededor del Sol y tiene suficiente masa para mantener una forma esférica gracias a su gravedad. Sin embargo, no logra despejar completamente su órbita, ya que comparte su región con otros cuerpos del cinturón de Kuiper. Este cinturón es una zona del sistema solar repleta de fragmentos y objetos helados similares a Plutón.

El incumplimiento de este último criterio fue decisivo para que los astrónomos le asignaran una nueva clasificación: la de planeta enano. Esta categoría incluye a otros cuerpos celestes como Ceres, Eris, Haumea y Makemake, que también poseen características interesantes para el estudio del sistema solar.

¿Qué es un planeta enano según la ciencia?

El término «planeta enano» no se creó para minimizar la relevancia de estos cuerpos celestes, sino para agrupar a aquellos que no cumplen con los requisitos de los planetas tradicionales.

La UAI estableció que un planeta enano es un cuerpo que:

Esta definición, creada en 2006, buscó categorizar adecuadamente a cuerpos como Plutón, Ceres, Eris, Haumea y Makemake, todos ellos importantes en el estudio del sistema solar.

Aunque son más pequeños que los planetas tradicionales, su exploración ha revelado información fascinante sobre su composición, atmósfera y actividad geológica.

Plutón, por ejemplo, es más que un simple objeto helado. La misión New Horizons de la NASA demostró que alberga montañas de hielo, posibles océanos subterráneos y una actividad geológica sorprendente, lo que lo convierte en uno de los cuerpos más interesantes para la astronomía moderna.

Aunque Plutón ya no se clasifica como un planeta tradicional, sigue siendo fundamental en el estudio del cosmos. Su enigma sigue cautivando a los astrónomos y nos recuerda que el universo tiene mucho más por revelar.