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Descubrimientos científicos

Hallazgo colosal: un estudio liderado por un español demuestra que esta proteína prolonga la esperanza de vida

Con el paso de los años, el cuerpo humano experimenta una pérdida progresiva de masa muscular y densidad ósea, lo que reduce la capacidad física y aumenta el riesgo de lesiones graves. Este proceso, además de reducir la esperanza de vida, conlleva consecuencias a nivel metabólico y funcional que afectan a la autonomía de las personas mayores.

En paralelo, el sistema nervioso también sufre deterioro. Las conexiones neuronales se debilitan y disminuye la neurogénesis, lo que incrementa la prevalencia de enfermedades como el alzhéimer o el párkinson. A medida que la esperanza de vida se amplía, estos efectos colaterales del envejecimiento son un desafío prioritario para la comunidad científica.

¿Cuál es la proteína que prolonga la esperanza de vida, según un estudio español?

Un equipo internacional de científicos publicó en ‘Molecular Therapy’ los resultados de una investigación en la que se demuestra que la proteína klotho, en su versión secretada (s-KL), podría tener un papel determinante en el retraso de los efectos del envejecimiento.

El estudio fue liderado por Miguel Chillón, investigador ICREA en el Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (INc-UAB).

El experimento consistió en tratar a ratones jóvenes con vectores virales diseñados para inducir la producción endógena de s-KL.

A los 24 meses de vida (una edad avanzada en roedores, equivalente a unos 70 años humanos), los animales mostraron mejoras significativas en diferentes sistemas corporales:

Los animales tratados vivieron entre un 15% y un 20% más que los del grupo de control, lo que sugiere una mejora no sólo en la salud, sino también en la esperanza de vida.

¿Cómo se aplicaría este experimento en humanos para prolongar la esperanza de vida?

El procedimiento experimental se basó en el uso de vectores virales del tipo AAV9 (virus adenoasociado serotipo 9), una tecnología utilizada para introducir genes específicos en las células del organismo. En este caso, el gen de la proteína klotho fue dirigido tanto a tejidos periféricos como al cerebro, mediante administración intravenosa y cerebral.

Miguel Chillón explicó a la agencia de noticias española SINC que este tipo de vectores ya han demostrado eficacia para cruzar la barrera hematoencefálica, lo que permitiría una futura aplicación en humanos con una vía de administración menos invasiva.

Joan Roig-Soriano, primer autor del artículo, añade que también se contempla la posibilidad de administrar directamente la proteína como si se tratara de un fármaco, aunque para ello es necesario desarrollar sistemas que aseguren su llegada a los órganos diana.

Implicaciones del estudio y patentes derivadas de la proteína klotho

La investigación no solo refuerza la hipótesis del papel de klotho en el envejecimiento, sino que también ha dado lugar a la generación de nuevas patentes que amplían su potencial terapéutico.

El equipo ya había registrado la aplicación de esta proteína para tratar déficits cognitivos, y ahora han patentado tres nuevas propuestas:

Según los investigadores, el uso de s-KL podría representar un punto de inflexión en la lucha contra los efectos del envejecimiento sistémico, especialmente en una sociedad donde los mayores de 65 años son cada vez más numerosos.

Prolongar la esperanza de vida desde un enfoque integral

El tratamiento con s-KL demostró efectos en distintos sistemas del organismo, lo que sugiere una posible acción coordinada de la proteína sobre procesos degenerativos relacionados con la edad.

Los resultados de este estudio apuntan a una mejora tanto en la longevidad como en la calidad de vida, dos parámetros clave cuando se habla de esperanza de vida.

Además de los beneficios musculares y óseos, el aumento de la neurogénesis y la activación inmunitaria en el hipocampo implican una posible protección frente al deterioro cognitivo.

En palabras de Chillón, aún quedan por resolver cuestiones técnicas sobre la forma óptima de administrar la terapia. Sin embargo, el hallazgo representa una prueba de concepto sólida sobre la capacidad de la proteína klotho para retrasar el envejecimiento.