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Bacterias

Descubrimiento de un nuevo tipo de bacteria capaz de descomponer el plástico de forma más eficiente

El descubrimiento de una nueva bacteria abre nuevas perspectivas en la lucha contra la contaminación por plásticos.

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  • Francisco María
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Un grupo de científicos ha descubierto un nuevo tipo de bacteria capaz de descomponer el plástico de forma más eficiente que las cepas conocidas hasta ahora. Este hallazgo podría suponer un avance significativo en la lucha contra la contaminación por plásticos, que se ha convertido en uno de los problemas ambientales más graves de nuestro tiempo.

El plástico es uno de los materiales más utilizados en la actualidad, presente en una gran variedad de productos que utilizamos en nuestra vida diaria. Sin embargo, su durabilidad es una de sus principales características, lo que hace que los desechos plásticos tarden siglos en degradarse en el medio ambiente. Esto ha generado una grave crisis ambiental, con millones de toneladas de plástico acumuladas en vertederos, océanos y otros ecosistemas naturales.

¿Puede una bacteria descomponer el plástico?

La degradación del plástico es un proceso lento y complejo, ya que el plástico es un material altamente resistente y no biodegradable. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que algunas bacterias son capaces de producir enzimas que pueden descomponer ciertos tipos de plástico, como el polietileno tereftalato (PET) y el polietileno de baja densidad (PEBD).

Un ejemplo destacado de este tipo de bacterias es Ideonella sakaiensis, una especie descubierta en Japón en 2016 que es capaz de descomponer el PET, uno de los plásticos más utilizados en la fabricación de botellas de agua y envases de alimentos. Esta bacteria produce una enzima llamada PETasa, que tiene la capacidad de descomponer las cadenas de polímeros del PET en componentes más simples que pueden ser utilizados como fuente de energía.

Además de Ideonella sakaiensis, se han identificado otras bacterias con capacidad para degradar el plástico, como Pseudomonas aeruginosa, Bacillus subtilis y Aspergillus niger. Estas bacterias han demostrado ser capaces de descomponer diferentes tipos de plástico, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades en la lucha contra la contaminación por plástico.

Investigaciones en curso

Ante esta problemática, los científicos han estado investigando diferentes formas de acelerar la descomposición del plástico, con el objetivo de reducir su impacto ambiental. Hasta ahora, se conocían algunas bacterias capaces de degradar ciertos tipos de plástico, como el PET (tereftalato de polietileno), utilizado en botellas de agua y envases de alimentos. Sin embargo, estos microorganismos no eran capaces de descomponer otros tipos de plástico, como el polipropileno o el poliestireno.

Nueva bacteria

El descubrimiento de una nueva bacteria ha supuesto un avance significativo en este campo. Según los estudios realizados por el equipo de investigadores responsables del hallazgo, es capaz de descomponer una amplia variedad de plásticos, incluyendo los más comunes en la industria. Este microorganismo produce enzimas especializadas que rompen las cadenas de polímeros del plástico, convirtiéndolos en compuestos más simples que pueden ser asimilados por otros organismos del ecosistema.

Además de su capacidad para degradar diferentes tipos de plástico, la nueva bacteria se caracteriza por su eficiencia en el proceso de descomposición. En comparación con otras bacterias conocidas, este nuevo microorganismo es capaz de descomponer el plástico hasta cinco veces más rápido, lo que supone una gran ventaja en términos de tiempo y recursos necesarios para tratar los residuos plásticos.

Otro aspecto destacable es su resistencia a condiciones adversas, como altas temperaturas o concentraciones de contaminantes en el medio ambiente. Esto la convierte en una opción viable para su aplicación en procesos de biodegradación de plásticos en diferentes entornos, desde vertederos hasta plantas de reciclaje o instalaciones industriales.

Se espera que en un futuro cercano esta bacteria pueda ser utilizada a gran escala en procesos de biodegradación de plásticos, contribuyendo así a la mitigación del impacto ambiental de este material en nuestra sociedad.

Además de su aplicación en la descomposición de plásticos,  también podría tener otros usos beneficiosos en diferentes campos, como la biotecnología o la industria alimentaria. Su capacidad para producir enzimas especializadas podría ser aprovechada en la fabricación de bioplásticos o en la mejora de procesos de fermentación de alimentos, entre otras aplicaciones potenciales.

Otras ventajas

Además de su eficacia en la descomposición del plástico, esta nueva bacteria presenta otras ventajas significativas. Por un lado, es capaz de crecer en condiciones de bajo oxígeno, lo que la hace ideal para su uso en vertederos y otros entornos anaeróbicos. Por otro lado, se ha observado que esta bacteria no produce subproductos tóxicos durante el proceso de descomposición, lo que la convierte en una alternativa segura y respetuosa con el medio ambiente.

El potencial de esta nueva bacteria en la lucha contra la contaminación por plásticos es enorme. Si se logra desarrollar un proceso de biodegradación a gran escala basado en esta cepa bacteriana, podríamos estar ante una solución efectiva y sostenible para reducir la acumulación de residuos plásticos en nuestro entorno.

Por supuesto, aún quedan muchos retos por delante para llevar este descubrimiento de la investigación de laboratorio a la práctica. Será necesario realizar estudios más detallados para comprender mejor el funcionamiento de esta bacteria y optimizar su rendimiento en condiciones reales. Además, será importante garantizar que su uso no genere impactos negativos en los ecosistemas naturales.

La ciencia y la innovación nos ofrecen herramientas poderosas para enfrentar los desafíos ambientales de nuestro tiempo, y esta nueva bacteria es un ejemplo prometedor de ello.

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