La cura del cáncer: un nuevo enfoque terapéutico basado en la inmunoterapia

• Francisco María
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• • 21/02/2024 09:00
  • Actualizado: 21/02/2024 10:03

La inmunoterapia es una herramienta revolucionaria para el tratamiento del cáncer. Se basa en el fortalecimiento del sistema inmunológico para combatir las células cancerosas.

En lugar de atacar directamente al tumor, esta técnica utiliza sustancias naturales o sintéticas para potenciar las defensas del organismo y ayudarlo a reconocer y eliminar las células malignas.

La inmunoterapia ha dejado de ser una innovación para convertirse en un pilar fundamental en la lucha contra el cáncer. Su rápida evolución ha llevado a su adopción como tratamiento estándar para una variedad cada vez mayor de tipos de cáncer.

Nociones sobre la inmunoterapia

La inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento de diversas enfermedades, especialmente el cáncer, al utilizar el sistema inmunológico del cuerpo para combatir las células malignas. A lo largo de los años, esta forma de tratamiento ha demostrado ser efectiva en el combate contra diferentes tipos de tumores, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes y aumentando sus tasas de supervivencia.

A diferencia de otros tratamientos convencionales, como la quimioterapia o la radioterapia, que actúan directamente sobre las células cancerosas, la inmunoterapia estimula el sistema inmunológico para que sea él mismo el que combata la enfermedad. Existen diferentes tipos de inmunoterapia, entre los que se incluyen los anticuerpos monoclonales, las células T modificadas genéticamente, las vacunas terapéuticas y los inhibidores de puntos de control inmunológico. Cada uno de estos enfoques tiene sus propias características y se utiliza de acuerdo a las necesidades y características de cada paciente.

Importantes beneficios

Uno de los principales beneficios de la inmunoterapia es su capacidad para inducir respuestas duraderas en el sistema inmunológico, lo que puede llevar a una remisión completa de la enfermedad en algunos casos. Además, este tipo de tratamiento suele tener menos efectos secundarios que la quimioterapia o la radioterapia, lo que reduce la toxicidad y mejora la calidad de vida de los pacientes.

La inmunoterapia ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como el melanoma, el cáncer de pulmón, el cáncer de riñón y el cáncer de vejiga, entre otros. En algunos casos, la inmunoterapia se utiliza como tratamiento de primera línea, mientras que en otros se combina con otras terapias para potenciar sus efectos.

El cáncer

El cáncer no es una sola enfermedad, sino un grupo de enfermedades que comparten un origen común: una célula dañada que pierde su capacidad de control y comienza a reproducirse sin freno. Esta proliferación descontrolada puede invadir el cuerpo si no se trata adecuadamente.

Detectar las células cancerosas es un desafío para el sistema inmune, ya que estas células alteradas provienen de nuestro propio cuerpo. Sin embargo, la inmunoterapia moderna ha demostrado que es posible estimular al sistema inmune para que identifique y ataque eficazmente estas células malignas.

La inmunoterapia

Existen varios enfoques dentro de la inmunoterapia, cada uno dirigido a diferentes aspectos del sistema inmunitario y adaptado a las necesidades individuales de los pacientes. Entre estos métodos se encuentran:

• Anticuerpos monoclonales e inhibidores de puntos de control.
• Inmunoterapias no específicas.
• Terapia con virus oncolíticos.
• Terapia con células T.
• Vacunas contra el cáncer.

Cada tipo de inmunoterapia tiene sus propios mecanismos de acción y aplicaciones específicas. La elección del tipo de inmunoterapia, así como la dosis y el calendario de tratamiento, depende de una variedad de factores. Estos incluyen el tipo de cáncer, su etapa y ubicación, así como la edad, salud general y otros factores individuales del paciente.

La terapia neoadyuvante

Un área de gran interés es el uso de la inmunoterapia antes de la cirugía en pacientes con cánceres localmente avanzados. Este enfoque es conocido como “terapia neoadyuvante”.

Esta estrategia busca reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía. Esto puede facilitar procedimientos quirúrgicos menos invasivos y aumentar las tasas de éxito.

Los estudios sugieren que la inmunoterapia puede generar una respuesta más sólida contra el tumor cuando se administra antes de la cirugía, en lugar de después.

Este enfoque es especialmente relevante para pacientes con tumores con ciertas alteraciones genéticas, como la inestabilidad microsatelital alta (MSI-H) y la alteración de la vía reparadora (dMMR), presentes en alrededor del 15% de los casos de cáncer colorrectal.

Un estudio revelador

En varios estudios clínicos, se está evaluando el uso de la inmunoterapia como tratamiento único o seguido de cirugía en pacientes con cánceres localmente avanzados. Estos estudios ofrecen perspectivas positivas sobre el potencial de la inmunoterapia en el manejo del cáncer.

En un estudio realizado en MD Anderson, los pacientes tuvieron la opción de someterse a una cirugía después de recibir inmunoterapia o continuar con la inmunoterapia sola. La mayoría de los pacientes experimentaron una reducción significativa en el tamaño de los tumores después del tratamiento.

Aquellos que optaron por la cirugía tuvieron tasas impresionantes de respuesta patológica completa. Muchos de los que siguieron solo con inmunoterapia no mostraron signos de cáncer en las pruebas de seguimiento. Sin embargo, algunos experimentaron recurrencia del cáncer y se sometieron a una “cirugía de rescate” para extirpar el tumor.

Futuro prometedor

Otras investigaciones, como la del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering (MSKCC), han arrojado resultados igualmente impresionantes. En ese estudio, los pacientes con cáncer de recto tratados con inmunoterapia experimentaron una respuesta clínica completa. Esto llevó a la suspensión de la quimioterapia y la cirugía.

Con evidencia tan prometedora, algunos investigadores creen que la inmunoterapia neoadyuvante podría convertirse pronto en el tratamiento estándar para ciertos tipos de cáncer, como el colorrectal. Sin embargo, aún quedan preguntas por responder, como la duración óptima del tratamiento y la identificación de los pacientes más beneficiados.

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