Científicos piden que el cielo estrellado sea considerado Patrimonio de la Humanidad

Científicos y diversas asociaciones han firmado una petición para pedir a los gobiernos y las organizaciones del mundo que reconozcan el cielo estrellado como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Los propulsores de esta idea explican que esto permitiría abrir el debate mundial sobre la contaminación lumínica, cuyos efectos nocivos para la salud humana ya han sido reconocidos por la ciencia. Además, ayudaría a comenzar a regular la iluminación de las ciudades y el número de satélites en el espacio, que comienza a ser un gran obstáculo para el estudio de la astronomía.

La contaminación lumínica y el cielo estrellado

Guillaume Cannat, el autor científico y coautor de un foro en línea francés que planteó la solicitud de reconocer el cielo estrellado como Patrimonio Mundial de la Humanidad, explicó que la idea es concienciar sobre “un tema que concierne a todos los países del mundo”.

En Francia, el alumbrado está compuesto por 11 millones de focos y 35 millones de carteles publicitarios. En los últimos años, ha crecido un 85%. Esto tiene consecuencias para la salud humana, el clima, la biodiversidad y la observación del cielo, señalan los firmantes.

En la publicación, se destaca el trabajo de científicos británicos, quienes han observado que los setos iluminados contienen un 47% menos orugas que los no iluminados, y en las hierbas iluminadas, un 33% menos.

Los prados expuestos a contaminación lumínica tienen un 62% menos de polinizaciones, pero, además, los científicos indican que esta contaminación luminosa altera el ciclo biológico de la biodiversidad, sus interacciones y su comportamiento.

Los efectos nocivos de la contaminación lumínica

La publicación recuerda que la Academia Nacional de Medicina en Francia, tras un informe presentado en junio de 2021, aconsejó introducir la exposición a la luz artificial a la lista de disruptores endocrinos.

Cannat indica que esto muestra que la contaminación lumínica es nociva para la salud. Agrega que “no vamos a decir que la contaminación lumínica provoque cáncer [pero] debilitará un organismo humano o un ecosistema que podrá [posteriormente] volverse loco”.

El autor científico también informa que sus colegas están muy preocupados por la llegada de las megaconstelaciones de satélites, que estiman será de un volumen de 30.000 o 50.000 en los próximos años. Esto es un obstáculo para la observación del cielo y la investigación astronómica.

A los astrónomos les molestan los reflejos de los satélites, pues hacen que las imágenes del cielo sean muy difíciles de descifrar. Cannat dice que Elon Musk fomenta el uso de un software para evitar este problema, y admite que este funciona muy bien, pero no para satélites en órbita baja, pues causan saturación y es imposible borrarlos. Además, en el futuro esto podría impedir que se pueda detectar un asteroide que se dirige a la Tierra, entre otras tantas cosas.

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