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Las elecciones catalanas serán el 14 de febrero si no hay un debate de investidura previo

Las elecciones autonómicas catalanas se celebrarán el próximo 14 de febrero, en caso de que no haya un debate de investidura para designar al sucesor del inhabilitado Quim Torra al frente de la Generalitat de Cataluña. Así lo ha asegurado Roger Torrent, presidente del Parlament de Cataluña.

«No podemos ir a una investidura fallida. Si no hay un debate de investidura previo que pueda tener éxito», ha afirmado Torrent este viernes en una entrevista concedida a Rac1. El dirigente de ERC ha revelado que el 14 de febrero era una de las fechas que manejaba en los últimos días el Govern catalán, formado por su partido y por JxCAT.

«Mejor las elecciones en domingo que en un miércoles laborable y escolar», ha recalcado. Tampoco ha descartado un posible aplazamiento electoral dependiendo de la evolución de la pandemia del coronavirus en Cataluña.

Torrent ha rechazado su participación en un proceso de primarias de ERC para elegir al próximo candidato de la formación separatista para la Presidencia de la Generalitat de Cataluña.

Inhabilitación de Torra

Este lunes, el Tribunal Supremo ratificó por unanimidad la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que condenó a Quim Torra a una pena de 18 meses de inhabilitación por desobedecer a la Junta Electoral Central al negarse a retirar una pancarta de apoyo a los presos golpistas que colgaba del balcón del Palau de la Generalitat en plena campaña electoral. El 131 president de la Generalitat conserva su sueldo vitalicio, oficina con personal de libre designación con sueldos de 100.000 euros a su disposición y coche oficial hasta el final de su vida.

Es la primera vez que ocurre un hecho similar en nuestra democracia: un presidente autonómico que pierde el cargo por un delito de desobediencia. Sin precedentes, a partir de aquí, y con una división en el seno del separatismo abismal, los siguientes pasos los marca la Ley.

Pere Aragonès, hasta ahora vicepresidente, sucede en el cargo a Torra pero de forma interina y con una lista de prohibiciones que le restarán importancia a su nuevo puesto. Aragonès no puede ni disolver el Parlament y convocar elecciones, ni cesar o nombrar consejeros o promover la aprobación de nuevas leyes. La administración catalana post Torra únicamente podrá a partir de ahora gestionar el día a día a base de reales decretos hasta que se celebren las próximas elecciones catalanas.