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¿A qué edad empiezan los niños a tener amigos?

Los niños necesitan relacionarse con otros y perfectamente a partir de los tres años ya pueden comenzar a crear lazos de amistad.

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¿Cómo ayudar a tus hijos a elegir amigos?

Los niños necesitan estar con niños. Y si es cierto que cuando son muy pequeños su mundo gira en torno a sus padres, también lo es que a medida que crecen necesitan relacionarse con sus compañeros. Por ejemplo, comienzan a participar en juegos más interactivos alrededor de los 3 años. Al igual que con otros cambios en el desarrollo, la transición del juego paralelo al juego asociativo es suave y depende de una variedad de factores, incluida la personalidad y la exposición social . Los niños, por lo tanto, pueden hacer «amigos» o relaciones muy pronto. Os hablamos ahora de la edad a la que los niños empiezan a hacer amigos y por qué es necesario que los tengan.

¿A qué edad se tienen amigos?

Las amistades ayudan a los niños a aprender habilidades sociales y emocionales básicas. E incluso cuando se trata de niños pequeños, en realidad comienzan a considerar a algunos compañeros como «amigos» ya practicar y aprender estas habilidades.

El pequeño entiende lo que es un «amigo» alrededor de los 3 años y a esta edad las amistades suelen ser mutuas y deliberadas, ya que los niños se vuelven más hábiles en las interacciones sociales y buscan compañeros con intereses compartidos. Es fácil de hecho que nada más empezar preescolar tu hijo ya salga del colegio diciendo que tiene amigos. Aprender a desarrollar amistades es un proceso de toda la vida, pero estos años formativos de la primera infancia preparan el escenario para formar y mantener amistades, una habilidad fundamental para el desarrollo social.

Formación de la identidad personal

Además, los niños aprenden unos de otros y esta interacción ayuda a dar forma a su identidad personal, aprenden a apreciar las similitudes y diferencias en los demás y desarrollan habilidades de comunicación. Es fundamental que los niños tengan suficiente tiempo y espacio para jugar libremente con sus compañeros. Cultivar rasgos como la empatía y la amabilidad ayuda a los niños a desarrollar las habilidades sociales necesarias para llevarse bien con los demás, lo cual es fundamental para su desarrollo saludable.

Dicho esto, es importante recordar que los niños de todas las edades tienen una increíble capacidad de resiliencia . El solo hecho de saber que tienen una base sólida a la que regresar, un lugar seguro donde son amados y valorados por lo que son, puede darles a los niños el coraje que necesitan para enfrentar el desafío de una situación social nueva o incierta con confianza en sí mismos y en coraje.