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Cuidados del bebé

Los primeros paseos del bebé: Cuándo y cómo hacerlos

A partir del primer mes de vida ya podemos comenzar con los primeros paseos del bebé recién nacido, pero además hemos de saber cómo hacer dichos paseos.

Si tienes un bebé recién nacido, quizás debas aprovechar el buen tiempo del verano y que podemos tener más horas de luz, para comenzar con los paseos del bebé, pero ¿cómo comenzar a hacerlos? ¿cuándo es aconsejable comenzar a pasear el bebé?.

Los primeros paseos del bebé: Cuándo y cómo hacerlos

La primera cuestión a resolver entonces, es si podemos salir con nuestro bebé de paseo nada más nacer y la respuesta es, que lo mejor es esperar a que el bebé haya cumplido su primer mes de vida para sacarlo a dar un paseo en su carrito. Durante las primeras semanas de vida, el bebé deberá adaptarse a su nuevo mundo, acostumbrarse a tomar el pecho o el biberón y descansar, y la madre deberá recuperarse, de modo que es mejor ir poco a poco y no tener prisa en sacar al bebé.

De todos modos, la exposición a la luz, las variaciones de temperatura y los estímulos externos, dentro de ciertos límites, son ciertamente beneficiosos y saludables de modo que pasada esa primeras semanas el bebé ya podrá salir a la calle sin problema. Con ello, podremos proporcionar diferentes impulsos y comenzara a exponer al bebé a nuevas situaciones en comparación con el entorno del hogar.

Beneficios del paseo en los bebés y precauciones

En cuanto haya cumplido el mes, no lo dudemos y saquemos siempre que podamos, al recién nacido de paseo. La luz, el aire y el sol son de hecho esenciales para el desarrollo físico y cognitivo del niño, por ejemplo, el sol es muy importante para su crecimiento, porque a través de su luz el cuerpo puede sintetizar una cantidad adecuada de vitamina D, lo que fortalece el desarrollo hueso. Sin embargo, es importante seguir algunas precauciones que le permitan proteger mejor la salud de los niños.

Siempre que sea posible, los paseos deben realizarse en un ambiente puro, es decir, libre de gases y contaminantes de los coches. En la medida de lo posible, tratamos de elegir parques, grandes áreas verdes y caminos de poco tráfico.

La duración de la estancia al aire libre dependerá de nuestras posibilidades y, por supuesto, también de la temperatura y las condiciones climáticas. En verano es mejor salir en las horas más frescas del día, es decir, en las primeras horas de la mañana hasta las once, y desde las 17: 00 horas en adelante, y elegir un lugar sombreado y ventilado.

En los paseos, es mejor que el bebé lleve un sombrero que lo proteja del sol y del viento. Si hace mucho calor, el niño debe refrescarse con baños tibios que bajan la temperatura corporal y además, la piel siempre debe mantenerse bien hidratada para aumentar su protección natural. Si decidimos ingresar a un lugar cerrado y con aire acondicionado, será aconsejable cubrir al niño con una sabanita o ponerle algo más de ropa para que no coja frío.

En invierno, sin embargo, es mejor salir de paseo a partir del mediodía, cuando la temperatura no es tan fría, siempre llevando al recién nacido bien tapado y sobretodo, eligiendo zonas soleadas para pasear, evitando salir los días de lluvia, o cuando nieva.