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Objetos de transición del bebé: ¿Cuándo es bueno que los dejen?

Los objetos de transición ayudan en el desarrollo del bebé pero tarde o temprano deben abandonarlos

Cómo ayudar al bebé a dormir por las noches

Los objetos de transición son aquellos que los bebés usan para sentirse seguros y tranquilos cuando se separan de sus padres o cuidadores. Suelen ser peluches, mantas, chupetes o cualquier otro elemento que les proporcione consuelo y les ayude a dormir o afrontar situaciones nuevas o estresantes .

Estos objetos cumplen una función importante en el desarrollo emocional de los bebés, ya que les permiten crear un vínculo afectivo con algo que les recuerda a sus figuras de referencia y les da confianza y autonomía . Además, les ayudan a regular sus emociones y a tolerar la frustración.

¿Cuándo aparece la necesidad de los objetos de transición?

La necesidad de los objetos de transición suele surgir entre los 6 y los 12 meses de edad, cuando los bebés empiezan a experimentar la angustia de separación, es decir, el miedo a perder de vista a sus padres o cuidadores y a quedarse solos. Esta etapa es normal y forma parte del proceso de maduración de los bebés, que van adquiriendo conciencia de sí mismos y de los demás.

Los objetos de transición les ofrecen una sensación de continuidad y seguridad cuando se enfrentan a cambios o separaciones, como ir a la guardería, viajar, dormir en otra habitación o quedarse con otras personas. Por eso, es importante respetar su elección y no forzarlos a desprenderse de ellos antes de tiempo.

La angustia de separación se manifiesta de diferentes formas, según la edad y la personalidad del bebé. Algunos signos comunes son:

Estas reacciones son normales y no indican que el bebé tenga un problema o que los padres o cuidadores hayan hecho algo mal. Al contrario, reflejan que el bebé ha establecido un vínculo seguro y fuerte con sus figuras de referencia, lo cual es positivo para su desarrollo.

¿Cómo elegir los objetos de transición?

Los objetos de transición suelen ser elegidos por los propios bebés, según sus preferencias y gustos. No hay una regla fija sobre qué tipo de objeto es el más adecuado, aunque se recomienda que sea algo suave, lavable, fácil de transportar y que no suponga un riesgo para la salud o la seguridad del bebé.

Siguiendo estas pautas podemos ofrecer al bebé diferentes opciones para que elija la que más le guste. Por ejemplo, se le puede dar a elegir entre varios peluches, mantas o muñecos, y observar cuál coge o acaricia con más frecuencia o interés.

Por otro lado es importante, tener un objeto de repuesto por si se pierde o se estropea el original. A veces, el objeto de transición puede extraviarse, romperse o deteriorarse, lo cual puede causar una gran aflicción al bebé. Para evitarlo, se puede tener otro objeto igual o similar, y alternarlo con el original para que el bebé se familiarice con ambos.

¿Cuándo es bueno que los bebés dejen los objetos de transición?

No hay una edad exacta para que los bebés dejen de necesitar los objetos de transición, ya que depende del ritmo y la personalidad de cada uno. Algunos los abandonan de forma natural entre los 2 y los 3 años, cuando empiezan a hablar, a jugar con otros niños y a explorar el mundo con más curiosidad y seguridad. Otros los conservan hasta los 5 o 6 años, cuando entran en el colegio y se adaptan a las normas y las exigencias sociales.

Lo importante es no presionar ni criticar al bebé por usar su objeto de transición, sino acompañarlo y apoyarlo en su proceso de crecimiento. Con el tiempo, el bebé irá desarrollando otras estrategias para manejar sus emociones y se sentirá más seguro de sí mismo y de su entorno .

Algunas pautas para ayudar al bebé a dejar su objeto de transición son:

Los objetos de transición son una herramienta valiosa para el desarrollo emocional de los bebés, que les aporta seguridad y bienestar. Respetar su elección y su ritmo es la mejor forma de acompañarlos en esta etapa tan importante de sus vidas.