Bebés

¿Qué hacer si mi hijo ha tomado un producto de limpieza?

En el hogar suele haber productos cáusticos, pues están en muchos de los artículos de limpieza. Se trata de los ácidos y los álcalis. El peligro reside en su poder de destrucción de los tejidos, concretamente pueden causar úlceras y graves lesiones en el tubo digestivo, sobre todo en el esófago.

Si nuestro hijo ha tomado uno de aquellos, es fundamental tener en cuenta que no se debe provocar el vómito. Si lo hacemos, se produce de nuevo el contacto de las mucosas con el producto erosivo y las lesiones se pueden agravar.

De la misma manera, tampoco se deben dar diluyentes, como la leche o el agua, ni neutralizantes. Y es que el niño puede vomitar de nuevo y, a veces, se pueden producir reacciones que causan más daño. Lo mejor es ir directamente a un Servicio de Urgencias.

No obstante, para evitar este tipo de accidentes hay que seguir unas recomendaciones básicas como son: nunca guardar los productos en otros envases sino mantenerlos en el original y ponerlos en un lugar al que los pequeños sean incapaces de llegar.

¿Si es un producto de limpieza no cáustico?

Depende mucho de la composición, pero, en general, no son peligrosos. Si en el teléfono de Toxicología nos confirman la inocuidad, debemos estar tranquilos. En ese caso, se le puede dar a nuestro hijo agua o leche para que se diluya el producto y, además, unas cucharadas de aceite de oliva para evitar que se produzca espuma.

Y, como en el resto de casos, hay que revisar la casa para adecuarla a las recomendaciones en cuanto a seguridad de los productos tóxicos.

Asimismo, como norma básica, siempre se debe tener a mano el teléfono de Información Toxicológica: 91 562 04 20. Este viene en la mayoría de envases de productos.