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La importancia de una buena hidratación durante el embarazo

La importancia de una buena hidratación durante el embarazo radica en garantizar el buen desarrollo del feto para por ejemplo, la formación del líquido que rodea al bebé.

El embarazo es un periodo en la vida de la mujer muy especial, y aunque siempre se recomienda seguir una dieta saludable y hacer algo de ejercicio físico, aunque sea suave, para llevarlo de una forma sana y sin complicaciones, también entre los mejores hábitos para un buen embarazo está el de tener en cuenta la hidratación y el hecho de beber el agua necesaria para evitar problemas durante los nueve meses de gestación. Por ello, os hablamos a continuación, de la importancia de una buena hidratación durante el embarazo.

La importancia de una buena hidratación durante el embarazo

A lo largo del embarazo, el cuerpo de la mujer va cambiando y se adapta para permitir que el bebé crezca de modo que es un proceso, en el que además de aplicar todo tipo de cuidados, se requiere también una hidratación adecuada. El agua es fundamental para eliminar toxinas, ayudar a la digestión y asegurar la absorción natural de los nutrientes esenciales de nuestra dieta. Durante el embarazo estas funciones adquieren aún más importancia ya que un cuerpo en constante cambio y el crecimiento de un bebé requieren unas condiciones físicas óptimas.

Hidratación y embarazo

Durante el embarazo, el agua es también muy necesaria para poder producir el líquido que rodea al bebé y ayudar a aumentar el volumen de sangre . El plasma, la fase líquida de la sangre, representa aproximadamente 3 litros en los adultos. Durante el embarazo, el volumen plasmático aumenta hasta un 40-50% por encima del valor previo al embarazo . Este aumento del volumen sanguíneo es necesario para la vascularización de la placenta que es la responsable del intercambio materno-fetal de nutrientes y otros compuestos.

¿Cuánta agua se debe beber durante el embarazo?

Por este motivo y para un embarazo del todo saludable, las mujeres embarazadas necesitan una mayor ingesta de líquidos debido a cambios fisiológicos en la madre que además garanticen el crecimiento fetal. De este modo, la ingesta adecuada de agua (ml / día) durante el embarazo sería de 2350 ml / día lo que equivale a tomar aproximadamente 10 vasos de agua al día.

Durante la lactancia, la ingesta diaria debe aumentar a trece vasos por día. Además, si se sufre de náuseas matutinas, siempre se pierden líquidos adicionales, por lo que es importante intentar beber un poco más con el fin de remediar esto también.

Hidratación antes del parto

Un estudio reciente analizó el impacto que puede tener una hidratación adecuada en la última etapa del embarazo y el parto. Las diferencias significativas en los niveles de hidratación se relacionaron con la diferencia de peso y longitud del feto. En el grupo con los niveles de hidratación más bajos fueron 596,1 gy 1,8 cm más bajos que el grupo adecuadamente hidratado, respectivamente.

Por tanto, una correcta ingesta de agua ayuda a mantener eficientes todos los sistemas fisiológicos del cuerpo. Al hidratarse adecuadamente, se alivian las funciones renales y se pueden reducir las infecciones del tracto urinario. Además, beber mucha agua ayuda a la mujer a promover la regularidad intestinal y a combatir la retención de agua.