Bebés

Ejercicio físico del bebé durante el primer año de vida

Es evidente que cada edad necesita un tipo de estímulo físico diferente, porque no a todas las edades se puede hacer de todo. El ser humano está hecho para moverse y por ello hemos de procurar desde pequeños adquirir todas las habilidades necesarias. Y es que, además, el ejercicio aumenta los estímulos que llegan al cerebro, desarrollando así mejor la inteligencia.

En un bebé, la actividad física que podemos encontrar es la relativa a los movimientos de cuello y extremidades. Poco a poco irá fortaleciendo los músculos que le permitan sostener por sí mismo la cabeza, así como los de las piernas y manos. Así, al final del primer año ya empezará a gatear, por lo que es importante que refuerce sus músculos para mantenerse sobre sus piernas.

Los niños suelen desarrollar estos aspectos sin ayuda, pero es importante que reciban estímulos externos para que así la maduración sea más normal y se adquieran otros aprendizajes.

Algunos movimientos que podemos practicar con nuestro bebé son los siguientes:

Estos ejercicios ayudan a hacer más fuertes los músculos del cuello, a desarrollar el sentido del equilibrio, a mejorar la vista y la coordinación…Sin olvidar tampoco que, al mismo tiempo, contribuyen a aumentar el vínculo afectivo entre padres e hijo.