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Te explicamos cuando es necesario una cesárea

La Organización Mundial de la Salud enfatiza que el parto natural debe fomentarse tanto como sea posible para garantizar el mejor resultado posible para la futura madre. Sin embargo, en algunos casos específicos,  la cesárea es necesaria. Si hay riesgo para la mujer o el niño, los médicos lo plantean como una necesidad y luego se programa. Otras veces en cambio, ocurren episodios que la hacen indispensable y urgente, quizás mientras ya estás de parto. Te explicamos cuándo es necesario una cesárea y qué tipos de intervenciones a este respecto existen

Cuándo es necesario una cesárea

Nunca debemos olvidar que una cesárea es una cirugía en toda regla, con los riesgos que ello conlleva. Desear una cesárea para no experimentar los dolores de las contracciones o laceraciones parece ser la forma más «cómoda» de dar a luz a tu hijo, pero no es así: retomar una vida normal puede ser aún más difícil y más largo. Y es justo que tu médico destaque todo lo que se puede hacer para reducir el dolor y afrontar el parto con mayor serenidad.

Sin embargo, como ya se ha mencionado en algunas circunstancias (que no son muchas) los médicos no tienen dudas: la cesárea debe programarse porque con lo natural los riesgos para la mamá y el bebé podrían ser demasiado altos. Casos como estos que ahora os vamos a enumerar:

Cesárea: casos especiales

En otras circunstancias, el médico evalúa cuidadosamente si procede o no con la cesárea:

Recuerda siempre que un ginecólogo nunca pondría en peligro la vida de una madre o un hijo, por lo que siempre tomará la mejor decisión para ambos.

Cesárea: falsos indicios

Se podría pensar que en algunas situaciones puede ser necesario recurrir a una cesárea, mientras que en cambio no es así:

Cesárea programada: cuándo y dónde hacerla

De acuerdo con las recomendaciones de los médicos, si no hay complicaciones particulares, la cesárea debe programarse no antes de la semana 39. Sin embargo, suele ocurrir que la fecha fijada es anterior a este “fecha límite”, pero es algo que siempre depende de las valoraciones del ginecólogo. Por lo general, no va más allá de las 38 semanas para evitar que el trabajo de parto comience espontáneamente .

Siempre es recomendable realizar esta cirugía en estructuras que sean capaces de cubrir cualquier necesidad de la madre o el niño. Entonces, por ejemplo, el hospital debe tener una sala neonatal o una unidad de cuidados intensivos neonatales.

Qué se hace antes de una cesárea

En el caso de una cesárea programada, la llamada prehospitalización se realiza unos días antes: recuerda que es una cirugía real, por lo que nada puede quedar al azar, sino que todo debe estar en orden (exámenes, bolsa del bebé y de la madre, precauciones higiénicas como la depilación de ingles o generales como la toma de suplementos de colágeno para favorecer la cicatrización de heridas tras el parto, organización de cualquier otro niño en casa en ausencia de la madre, etc.).

Además de una muestra de sangre, hay una visita obstétrica con ecografía, que con el anestesista y un electrocardiograma para evaluar el estado general de salud de la madre.

Normalmente, la hospitalización tiene lugar el mismo día o el día anterior. La estancia hospitalaria dura una media de 4 días, pero puede depender del hospital y de la recuperación de la madre tras el parto.