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Cómo vestir a un bebé en cada estación

Es importante tener en cuenta nuestra propia temperatura, para saber cómo elegir la ropa de bebé para niña o niño en cada estación.

Si acabas de tener un bebé o vas a tenerlo, puede que una de las cosas que más te preocupen a lo largo del año sea saber el tipo de ropa con el que vestir al pequeño. No hay padre o madre, especialmente cuando se trata de primerizos, que no piense que el bebé es demasiado frágil cómo para aguantar el frío o soportar el calor, por lo que vamos a repasar cómo vestir a un bebé en cada estación y con ello, salir de dudas.

Cómo vestir a un bebé en cada estación

Con cada cambio de estación surgen las dudas de madres y padres sobre la ropa que debe llevar el bebé y aunque sabemos que algunas prendas resultan esenciales, tal y como es el caso de los bodis, no tenemos porqué exagerar y cubrirlos demasiado en invierno o tampoco dejarlos completamente desnudos en verano, pensando que hace demasiado calor.

Una de las principales claves para poder saber cómo vestir a un bebé en cada estación será evaluar nuestra propia temperatura y a partir de aquí, tener en cuenta la temperatura exterior y seguir más o menos, las mismas pautas que aplicamos sobre nosotros mismos a la hora de vestirnos.

De todos modos, veamos algunas indicaciones que os van a guiar mejor para saber cómo vestir a vuestro bebé en función de la estación en la que nos encontremos.

En primavera

La primavera es una temporada incierta: los cambios bruscos de temperatura y las lluvias repentinas pueden poner en riesgo la salud de todos. Dada la naturaleza de este período, debes tener cuidado de no cubrir demasiado a tu bebé, pero tampoco aligerar demasiado su ropa.

En la práctica, lo ideal es, como para todos, llevarlo con varias capas para que puedas descubrirlo en las horas más calurosas y evitar la sudoración excesiva.

También en primavera recuerda que el pequeño debe mantenerse fresco y cómodo. Veamos algunos consejos prácticos: intenta evitar las prendas sintéticas que evitan la transpiración aumentando así la sudoración. La mejor opción es el algodón o el lino en los momentos más calurosos.

En verano

Incluso en verano, en los días en que las tormentas eléctricas pueden estar a la vuelta de la esquina, la ropa a capas es la mejor opción. Sin embargo, es mejor también darle prioridad a camisetas o camisas de manga corta, vestidos, faldas y pantalones cortos. No te olvides además de ponerle una gorrita o un sombrero que protegerá la cara y la cabeza de tu bebé del sol. Un suéter de algodón puede ser ideal si le temes al mal tiempo o al entrar y salir de habitaciones con aire acondicionado.

En cuanto a los bodis de manga corta o de tirantes, nuestro consejo es evaluar en función del día: con una temperatura cálida y estable pueden no ser necesarios. Recuerda que sirven para proteger de los golpes de aire y absorber el sudor, con el fin de mantener una temperatura constante entre el cuerpo y el medio ambiente. En cuanto a la elección de tejidos, claramente lo ideal es siempre que recaiga sobre tejidos naturales.

En otoño

El cambio de estación, tanto en otoño como en primavera, trae consigo los primeros cambios de temperatura y el riesgo de las primeras enfermedades. En otoño, debes darle prioridad a la ropa de algodón cómoda y semicálida,mientras que para los días más fríos puedes optar por terciopelo o chenilla. La ropa tejana son una excelente opción para esta temporada y el sombrero se recomienda en los días particularmente calurosos, para protegerlo del sol y también en los particularmente fríos, para protegerlo del frío.

En invierno

Cuando se acerca la temporada de frío, si te preocupa que tu pequeño pueda enfermarse recuerda que siempre es el cambio brusco de temperatura lo que provoca las primeras dolencias, no el resfriado. Entonces, de nuevo en invierno, vestirlos en capas es la mejor opción, evitando cubrirlos demasiado: recuerda que los niños naturalmente tienen una temperatura corporal más alta que los adultos.

En casa, dependiendo de la temperatura, puedes elegir un body de lana como uno de algodón cálido, con mangas cortas o largas; un mono de felpilla y un par de calcetines para calentarle los pies. Si el otoño no es muy caluroso puedes optar por un suéter interior también.

Por último, cuando saques a tu bebé, asegúrate de que tenga un buen abrigo, gorro y guantes para cubrir sus manitas. Sin embargo, si ingresas a espacios con calefacción, recuerda quitarle el abrigo y todo lo que pueda hacer que aumente demasiado su temperatura corporal.