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Cómo y cuándo decir la verdad a los niños sobre Papá Noel y los Reyes Magos

Los niños viven con mucha ilusión la "magia" de la Navidad, así como la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos pero ¿cuándo es mejor explicarles toda la "verdad"?.

La Navidad es quizás una de las épocas del año que los niños viven con una mayor ilusión. Todos escriben sus cartas a Papá Noel y a los Reyes Magos y esperan a la mañana del 25 de diciembre y a la del 7 de enero para abrir sus regalos, pero llega un momento en la vida de todo niño o niña en la que asumen qué es realmente la Navidad así que veamos ahora cómo y cuándo decir la verdad a los niños sobre Papá Noel y los Reyes Magos.

Cómo y cuándo decir la verdad a los niños sobre Papá Noel y los Reyes Magos

Llega un momento en todas las familias en las que los padres se plantean cuándo es preferible que sus hijos sepan la verdad sobre Papá Noel y los Reyes Magos y aunque la mayoría de niños suelen enterarse en situaciones de lo más casuales, como por ejemplo que se lo cuente algún compañero de clase, lo cierto es que pueden darse casos en los que tal vez el niño o niña ya comienza a ser bastante mayor para asumir esa verdad.

No existe sin embargo una edad exacta para decirle a un niño o a una niña quién es Papá Noel o los Reyes Magos, si este o esta sigue creyendo en ellos, aunque sí que es verdad que sería a partir de los 7 años, cuando según la ciencia, los niños comienzan a ser más conscientes de la realidad que les rodea. De este modo puede que hayan niños que con 7 años asuman sin problema el descubrir la realidad sobre la Navidad, mientras que a otros les costará más entenderlo.

En realidad, dependerá de cada caso aunque hacerlo antes de ese umbral de los siete años, podría hacer que nuestro hijo o hija se sienta engañado y triste. Antes de la edad mencionada, los niños no tienen todavía el pensamiento racional desarrollado del todo y la forma de ver la realidad está condicionada por eso que Piaget (epistemólogo y biólogo suizo) llama «pensamiento mágico».

El pensamiento mágico es su eje primordial de equilibrio precisamente porque le permite explicar (y por tanto aceptar «tranquilamente») hechos que le resultan difíciles de comprender, como, por ejemplo, la figura de Papá Noel, la de los Reyes o también como no, la del Ratoncito Pérez, pero a medida que el niño crece, el pensamiento consciente va tomando protagonismo por lo que la realidad se hace más factible y al niño o niña le cuesta menos entender que tal vez resulte del todo imposible que una sola persona, o tres, sean capaces de recorrer el mundo y entregar regalos a los niños en una sola noche.

Lo ideal sería establecer un rango de edad entre los 7 y los 10 años para analizar el caso particular que tengamos en casa. De este modo, si nuestro hijo o hija ya ha llegado a los 7 años y sigue sintiendo la magia de la Navidad, podemos esperar un poco más, aunque si ya tiene diez años puede que tal vez haya llegado el momento de plantearse decir cuál es la verdad de todo, o tal vez no, dependerá como decimos de cada niño y también de cada padre y madre.

Cuando son los padres quienes no quieren decir la «verdad» sobre Papá Noel y los Reyes Magos

Existe una investigación interesante, que tuvo como protagonistas a niños de 6 a 7 años que habían dejado de creer en Papá Noel , destacó que los niños pocas veces aparecen molestos por este descubrimiento, mientras que paradójicamente son los padres los que se sienten más melancólicos (Anderson y Prentice, 1994; Cyr, 2002 ).

El verdadero problema, de hecho, radica en el miedo de los padres a ver transformada «la historia de Santa Claus» en una mentira contra el niño. En este caso, ¿qué es lo correcto: anticipar los movimientos o esperar?.

Lo mejor diría cualquier especialista, es esperar a que sea el niño quien pregunte o quien venga con sus dudas a pedir explicaciones y en función de ese momento, podemos entonces decidir explicarle la auténtica verdad.

Cómo hablar con los niños sobre la verdad de Papá Noel y los Reyes Magos

Veamos ahora algunas sugerencias sobre qué decir a la fatídica pregunta «¿Existe Papá Noel ?» o «¿Existen los Reyes Magos?» sin que nuestros hijos nos cojan desprevenidos: