3 palabras que jamás deberías decirles a tus hijos: acaban con su autoestima
Un sociólogo americano explica la frase que más puede herir a un niño
Las pruebas que confirman que un niño está bien educado: lo dicen los psicólogos
Soy psicólogo y éstas son las frases que todos los padres deberían usar con sus hijos
Las palabras tienen un impacto más poderoso de lo que imaginamos, especialmente en los niños. Muchas veces, en momentos de frustración o enfado, podemos decir frases que creemos inofensivas, pero que en realidad dejan una huella profunda en su desarrollo emocional. En concreto, y en el caso de los niños, existen tres palabras que deberías evitar al dirigirte a tus hijos si quieres proteger su autoestima y fomentar un ambiente de confianza y aprendizaje.
No olvidemos nunca que la manera en la que hablamos con nuestros hijos influye directamente en su autoestima y en la forma en que enfrentan el mundo. Frases cargadas de negatividad, aunque dichas sin intención de herir, pueden generar vergüenza, desconfianza y una percepción negativa de sí mismos. Por ello, es esencial reflexionar sobre cómo usamos el lenguaje en momentos de tensión y guiarnos además por el consejo de expertos como Adam Galinsky, profesor y sociólogo en Columbia, que ha advertido sobre el daño que puede causar una frase tan simple como «me has decepcionado». Según él, estas palabras pueden desestabilizar emocionalmente a los niños, generando un sentimiento de vergüenza que bloquea su capacidad para reflexionar y aprender de los errores. En lugar de fomentar el crecimiento personal, este tipo de frases tienden a paralizar y a minar su confianza.
Las tres palabras que pueden dañar la autoestima de tus hijos
Galinsky al aconsejar no usar estas tres palabras: «Me has decepcionado», hace una distinción fundamental entre la vergüenza y la culpa. Mientras que la vergüenza lleva a los niños a sentirse incapaces o inadecuados, la culpa los impulsa a reconocer sus errores y buscar soluciones. De este modo, frases como la señalada refuerzan la idea de que hay algo malo en el niño, más que en su comportamiento.
En cambio, fomentar la culpa positiva implica enfocarse en la acción en lugar de en la identidad del niño. Decir algo como «¿qué podemos hacer para que esto no ocurra de nuevo?» invita a la reflexión y les enseña que cometer errores es una oportunidad para aprender, no una sentencia sobre su valía.
Palabras que hieren más de lo que ayudan
La frase «me has decepcionado» es sólo un ejemplo de cómo nuestras palabras pueden impactar negativamente. Otras expresiones igualmente dañinas incluyen «nunca haces nada bien» o «¿por qué no puedes ser como tu hermano?». Estas palabras plantan semillas de inseguridad, comparaciones injustas y un sentimiento de insuficiencia que puede acompañarles durante toda su vida.
Estas frases no sólo dañan la autoestima, sino que también afectan la relación entre padres e hijos. Un niño que se siente constantemente juzgado o comparado puede desarrollar problemas de confianza, no solo hacia sí mismo, sino también hacia los demás. Este impacto puede extenderse hasta la adultez, afectando su vida personal, profesional y emocional.
Alternativas que construyen y motivan
En lugar de recurrir a frases que generan vergüenza, es posible transformar nuestra comunicación hacia un enfoque más constructivo. Cambiar críticas directas por preguntas empáticas puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo:
- En lugar de «me has decepcionado», intenta decir: «Entiendo que ha sido difícil. ¿Cómo podemos mejorar para la próxima vez?»
- En lugar de «nunca haces nada bien», prueba con: «Sé que puedes hacerlo mejor. Vamos a encontrar juntos una forma de lograrlo».
- En lugar de comparaciones, ofrece apoyo: «Cada persona tiene su ritmo. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites».
Este tipo de lenguaje no sólo protege la autoestima del niño, sino que también les enseña habilidades fundamentales como la resiliencia, la autorreflexión y el pensamiento crítico.
Empatía como base de la comunicación
La clave para construir una relación sólida con los hijos radica en la empatía. Cuando los niños se sienten escuchados y comprendidos, son más propensos a abrirse, aceptar sus errores y trabajar en su mejora. Cambiar el enfoque de la crítica a la colaboración crea un entorno en el que los niños se sienten valorados y apoyados.
El lenguaje positivo también fomenta la autonomía y les ayuda a desarrollar habilidades organizativas y emocionales que serán esenciales en su vida adulta. Este cambio no es inmediato, pero con esfuerzo y práctica, es posible transformar la manera en que nos comunicamos con nuestros hijos, para convertirnos en su principal fuente de apoyo.
En conclusión, las palabras que usamos tienen el poder de construir o destruir. Como padres, tenemos la responsabilidad de elegir un lenguaje que fomente la confianza y el desarrollo emocional de nuestros hijos. Sustituir frases dañinas por palabras empáticas puede ser el primer paso hacia una relación más sólida y un crecimiento emocional saludable. No se trata de ser perfectos, sino de aprender y evolucionar junto a ellos. Al final, el cambio en nuestras palabras puede marcar la diferencia en su autoestima y en cómo enfrentan la vida.
Cultivar un ambiente basado en el respeto y el entendimiento mutuo no sólo fortalece el vínculo entre padres e hijos, sino que también sienta las bases para un desarrollo emocional saludable. El lenguaje que usamos hoy puede influir en su vida mañana, convirtiéndose en la clave para criar adultos seguros, resilientes y empáticos.
Lo último en Bebés
-
Ni gritos, ni castigos, el truco de un experto en crianza y papá de cuatro para que los niños coman verduras
-
Álvaro Bilbao, psicólogo: «Tu hijo no está preparado para hacer esto fuera de casa»
-
Felicidades si tu hijo repite a menudo esta frase: significa que estás en el camino correcto como padre
-
Si tu hijo dice alguna de estas 4 frases, enhorabuena: su inteligencia emocional es más alta de lo normal
-
Los nombres de niño que más se ponen en Cataluña: son bonitos, originales y cortos
Últimas noticias
-
España llega a un soledado Elche y el partido contra Georgia se jugará sin problemas
-
Radiador del coche: qué es, cómo limpiarlo, cuánto cuesta cambiarlo y qué pasa si se rompe
-
Un incendio pone en alerta Gran Vía (Madrid) y a los asistentes a los conciertos de la Hispanidad en Sol
-
Sorpresón en Shagnhái: el número 204 del mundo deja a Djokovic sin final
-
Un cliente dice esto de la leche de Hacendado y la respuesta de Mercadona es para enmarcar: «El producto…»