¿Por qué mi hijo rechina los dientes?

Si una de las preocupaciones, en materia de salud, que tienen los padres respecto a sus hijos es la de que les salgan los dientes de la manera correcta y en el tiempo establecido, también lo es que no se generen posteriormente problemas al respecto de ningún tipo. Sin embargo, algunos progenitores se topan con una situación inesperada que les despierta las alarmas: que los pequeños rechinen los citados dientes.

En ese caso, para calmar a los adultos, indicarles porqué se produce esa circunstancia e incluso para que sepan qué deben hacer, les vamos a dar a conocer la información más interesante y útil que puedan tener:

El trastorno y sus causas

Rechinar los dientes es un trastorno que afecta a los menores y que responde al nombre científico de bruxismo. Viene a ser básicamente un movimiento que realizan los músculos que juegan un papel en lo que es la masticación y que da como resultado que los dientes rechinen, llegando a generar una sensación de dentera en quien está alrededor de los niños.

Hay diversas causas que se pueden barajar a la hora de explicar porqué aparece esa circunstancia que nos ocupa. No obstante, entre las más significativas se encuentran las siguientes:

• El menor tiene los dientes torcidos.

• El pequeño en cuestión puede presentar ciertos problemas alimenticios.

• Es importante saber que, del mismo modo, se puede producir como consecuencia de que el niño tiene habituales dolores de cabeza de cierta intensidad.

• Detrás del rechinar de dientes se considera que, del mismo modo, también puede existir cuadros de ansiedad, de exceso de nerviosismo e incluso de irritación.

• No menos relevante es exponer que otro de los motivos de que se rechinen los dientes es que se tenga una contractura cervical.

• De la misma manera, hay profesionales médicos que establecen que, en algunas ocasiones, el que un niño sufra el mencionado trastorno viene a dejar patente que puede tener en su organismo algún tipo de parásito intestinal como sería el caso de la lombriz.

¿A quién afecta?

Es importante saber que el mismo lo pueden sufrir tanto los pequeños como las pequeñas y, por regla general, suele aparecer una vez que han cumplido los dos años y se extiende hasta que completan su dentición.

Tipos

Básicamente podemos determinar que hay dos tipos de bruxismo o rechinar de dientes:

• El primero que es el que se produce de manera diurna y que se manifiesta por ser básicamente un frotamiento de las piezas dentales.

• El segundo que es el que tiene lugar durante la noche y que consiste en que el niño apriete los dientes. No obstante, eso no quita para que haya niños que lo que hagan durante el horario nocturno sea frotar los citados.

Consecuencias

Si importante es conocer todos los datos que hemos expuesto hasta el momento, no lo es menos saber que el trastorno que nos ocupa puede tener consecuencias de cierta importancia si se extiende demasiado en el tiempo. En concreto, entre los efectos que puede generar se hallan los siguientes:

• Puede provocar enfermedades y problemas que afecten a determinadas partes de la boca. En concreto, entre los más frecuentes están los que perjudican a las encías como sería el caso, por ejemplo, de la llamada gingivitis.

• No hay que pasar por alto tampoco que otra consecuencia puede ser la reducción de lo que es el tejido dentario.

• Asimismo, no menos importante es ser consciente de que el rechinar de dientes puede acabar degenerando en serias contracturas que dañen las mandíbulas o lo que es la faz en líneas más generales.

¿Cuándo actuar?

Por regla general, el bruxismo es algo muy habitual en los niños que acaba desapareciendo por sí solo. No obstante, cuando el menor lleve mucho tiempo con ese trastorno, cuando lo mantenga a pesar de tener ya todos los dientes o cuando lo siga “sufriendo” a pesar de haber llegado a su fin las causas de estrés que lo podían originar es necesario que se acuda al odontólogo para que analice el caso, establezca el origen del mismo y, si lo considera oportuno, proceda a establecer un tratamiento adecuado. Así, por ejemplo, puede proceder a determinar la necesidad de que su paciente cuando se vaya a la cama se coloque una de las fundas protectoras o férulas que existen para evitar que los dientes se froten y rechinen.

Otros datos de interés

Además de toda la información que hemos dado, también puede resultar muy interesante conocer otros datos relativos al bruxismo como son estos:

• En el caso de los niños que lo sufren por una situación de estrés o nerviosismo, los padres pueden optar por tomar medidas para relajarles tales como darle un baño caliente justo antes de irse a dormir, llevarlo a terapias de relajación y antiestrés, conseguir que practiquen un deporte o cualquier actividad que les guste…

• Cuando sufren dolores por culpa del rechinar de dientes, una buena opción es acudir a fisioterapia.