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10 consejos para criar a vuestros hijos siendo respetuosos con el medio ambiente

Reciclar, apostar por la leche materna y enseñar a los niños a ahorrar son algunos de los consejos para criar siendo respetuosos con el medio ambiente.

¿Se puede criar a un niño sin afectar el medio ambiente? Pues lo cierto es que sí y evidentemente, es algo que tendrá mucho que ver con el reciclaje, el uso de productos y alimentos que sean orgánicos y otras cuestiones que os enumeramos a continuación, en estos 10 consejos para criar a los niños siendo respetuosos con el medio ambiente.

10 consejos para criar a los niños siendo respetuosos con el medio ambiente

Toma nota porque a continuación te vamos a enumerar gestos sencillos pero importantes para ser padres ecocompatibles y cuidar no solo de los niños, sino también del medio ambiente y en definitiva, del planeta.

1. Recicla todo lo que puedas

A la hora de equiparte para la llegada del bebé, o también para los niños en general, puedes pedir que te regalen ropa de los hijos de amigos y familiares o también regalar tú la de tus hijos que se haya quedado pequeña. Y si tienes varios hijos, evidentemente puedes hacer lo que ya se ha hecho en el pasado siempre: que los hermanos pequeños «hereden» la ropa de los mayores. Además de alargar el ciclo de vida de productos que de otro modo se utilizarían por muy poco tiempo, ahorrarás mucho dinero sin esfuerzo ni sacrificio.

2. Da un buen ejemplo

El respeto por el medio ambiente se enseña con el testimonio diario. Desde las elecciones del consumidor hasta la recogida selectiva, desde la atención al desperdicio hasta el ahorro energético, dar un buen ejemplo como madres (y padres) es la mejor manera de criar hijos sensibles y atentos .

3. Apuesta por una compra ecológica

Coloca siempre productos sueltos, locales y de temporada en el carrito. Siempre que sea posible, concéntrate en lo orgánico: no solo productos alimenticios, sino también detergentes , cosméticos y ropa interior. También en este caso, además de aligerar el impacto medioambiental, podrás sobrecargar menos el presupuesto familiar.

4. Empieza con pequeños gestos diarios.

La protección del medio ambiente se compone de grandes decisiones, pero también de pequeños hábitos cotidianos. Deja de coger el coche, ten cuidado de apagar el ordenador, imprime lo menos posible y lleva contigo una bolsa de tela cuando vayas al supermercado. Gestos sencillos que, transmitidos de generación en generación, pueden marcar la diferencia .

5. Amamanta si es posible

Ecológica y perfecto desde el punto de vista nutricional: la leche materna no implica la producción de residuos porque no necesita ser envasada, cocida o calentada y no requiere el consumo de agua adicional.

6. Busca tu compromiso

Incluso si no tiene ganas de cambiar a pañales lavables, por ejemplo, podría considerar los desechables biodegradables o una combinación de los dos. Si crees que el autodestete es la mejor solución para su familia, puede probar la comida casera para bebés o elegir un producto orgánico y más ecológico. No es la búsqueda de la perfección absoluta lo que cuenta, sino el hábito de esforzarse por hacer las cosas.

7. No te encierres en casa con los niños

Prefiere, siempre que sea posible, las extraordinarias posibilidades de entretenimiento que ofrece la naturaleza en todas las estaciones. Parques y jardines públicos, pero también playas, cuevas, aguas termales, montañas nevadas. Estar al aire libre mejora la salud y el estado de ánimo de toda la familia.

8. Educa a tu hijo en el ahorro

Trata de enseñarle el valor de la sobriedad, enseñando también el valor del ahorro. En todos los sentidos y no solo el económico. Muestra a los niños como ahorrar en agua, en luz y hasta en los residuos que emitimos.

9. No le tengas miedo a los animales

El respeto es difícil de combinar con el miedo. Los animales son valiosos interlocutores para los niños. Por su universo emocional y su equilibrio individual. Y, si se abordan con conciencia y respeto, no representan un peligro ni siquiera para los más pequeños .

10. Centraros en los materiales naturales

El plástico es práctico y barato, pero siempre que sea posible (para juguetes y muebles, por ejemplo) prefieres materiales naturales como madera, papel, tela, metal, corcho, etc. La experiencia sensorial que devuelven, especialmente a los niños pequeños, es siempre rica y muy gratificante.