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entrevista a la exlíder de UPyD

Rosa Díez: «Sánchez y Armengol se alían con los independentistas con un fin: traicionar la democracia»

"Los independentistas o los filoetarras son los socios que el PSOE necesita para derogar el sistema constitucional de 1978"

"Esa raíz racista del nacionalismo lo impregna todo. Es una religión. Está en todos sus discursos"

Rosa Díez: «ETA está viva porque está en las instituciones y porque hay 379 crímenes sin resolver»

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Rosa Díez (Vizcaya, 1952) visita este jueves 19 de mayo Palma, invitada por Sociedad Civil Balear para presentar su sexto lanzamiento editorial, ‘Maquetos. Una historia escrita para que nadie olvide’ donde la cofundadora de Unión, Progreso y Democracia, exmilitante del PSOE y articulista de OKDIARIO, saca a la luz todo el racismo que esconden las raíces del nacionalismo vasco, socio preferentes junto a los independentistas catalanes, del Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos.

Pregunta.- ¿A que nos abocan estas coaliciones y acuerdos de gobierno de la socialista, Francina Armengol y de Pedro Sánchez, con nacionalistas, independentistas y populistas comunistas de Podemos?

Respuesta.- El problema no es que los socialistas suscriban pactos con los nacionalistas. El problema es que el PSOE ha hecho suya la decisión de derogar el sistema constitucional de 1978, y por eso, tiene esos pactos y esas alianzas. Pactar con los nacionalistas, incluso gobernar con ellos, depende de lo que acuerdes, depende para qué gobiernes. El problema es que Francina Armengol, lo mismo que Pedro Sánchez, buscan unos aliados que tengan el mismo objetivo político que ellos: traicionar la democracia y derogar el sistema constitucional de 1978. Y no es que lo diga yo, es que lo están haciendo coordinadamente. Los nacionalistas, independentistas o los filoetarras, son los socios que el PSOE necesita para llevar a cabo su estrategia.

P.- En ‘Maquetos’ nos revela las raíces racistas de un PNV socio preferente  del socialista Pedro Sánchez.

R.- El libro es una aproximación a la vida de una generación de españoles. Lo hago a través de mis padres, pero es la generación de muchos miles de españoles que vivieron el franquismo, que vivieron la transición, que la protagonizaron, aunque no fueran personas conocidas, porque prepararon al país para que la transición después fuera un éxito . Emigrantes interiores que se movieron desde cualquier lugar de España, en muchos casos, por razones económicas. Es una mirada intimista, personal, naturalmente, a aquellos años, a aquella historia, pero en un contexto político, en el contexto político de un nacionalismo vasco cuya tendencia y cuyas simpatías, primero con el franquismo y después con los nazis, nadie quiere reconocer. Forma parte de la historia oculta y ocultada. Me parece que es muy importante que conozcamos que los nacionalistas vascos tildaban de maquetos a quienes habían venido de otras partes de España a trabajar en el País Vasco, o incluso a los que nacimos allí, pero no nos hicimos de la religión verdadera, no nos hicimos nacionalistas. Bueno, pues eso tiene una explicación. El desprecio hacia el resto de los españoles tiene la explicación de un partido que tiene una raíz, como digo, racista. Una raíz racista que hizo que en el franquismo fuera colaboracionista de Franco que veraneaba en San Sebastián. Nadie, nadie, quiere recordarlo. ¿Y por qué veraneaba en San Sebastián? Pues porque le hacían homenajes, le bailaban el aurresku y lo sacaban bajo palio. El PNV traicionó a la República. La traicionó en Santoña en agosto de 1937. Pactó con Mussolini que acababa de bombardear junto con los alemanes cuatro meses antes Guernica. Entonces, si tú lees la historia oficial, parece que la Guerra Civil fue de Franco contra los nacionalistas vascos. Y hay que conocer la historia, comprenderla, porque eso nos permite conocer también, como usted muy bien decía, quienes hoy son socios del Gobierno de la nación.

P.- Y ese PNV sigue siendo el mismo.

R.- Claro, es que el PNV, el nacionalismo, es una religión. Todo nacionalismo. No solamente el nacionalismo vasco es una religión. Todo nacionalismo es malo. En el origen de todas las guerras está el nacionalismo, la religión, a veces, las dos cosas juntas. Hace nada han votado en contra de dar un reconocimiento a Pío Baroja, porque claro, no es nacionalista. A Fernando Savater, en la vida le han hecho un reconocimiento en San Sebastián. Le han dado una medalla en Madrid. Esa raíz racista del nacionalismo lo impregna todo. Está en todo, en todos sus discursos. Por ejemplo, cuando se levanta un nacionalista en el Congreso de los Diputados, a exigir un trato diferente. Hay que conocer la historia, porque conocerla, te permite comprender algunas de las cosas que hoy están ocurriendo. Me parece que es importante desvelar, correr esa cortina que, históricamente, se ha echado sobre el pasado del PNV. Es alucinante la cantidad de gente que no sabe que el lendakari vasco, José Antonio Aguirre, que estuvo en el exilio en París, después de terminar la Guerra Civil española, cuando se iba al exilio americano, paró en Berlín. Estuvo esperando fuera de la cancillería a que saliera Hitler con Oshima, con los japoneses, que estaba reunido. Y él cuenta en sus diarios la emoción que sintió, por cómo agitaba las manos con dos banderitas, una nazi y otra japonesa, que le habían entregado gentilmente, dice él en sus diarios manuscritos, miembros de las SS.