Palma

Retiran 10 meses el carnet a un sudafricano por conducir borracho junto a la procesión del Jueves Santo

Multiplicaba por cuatro la tasa de alcoholemia permitida

Condenado también al pago de una multa de 720 euros

sudafricano borracho
Policía motorizada de Palma.
Tomas Ibarz

A las 20.00 horas del pasado 17 de abril, en plena Semana Santa, una
dotación de la Policía Local de Palma, que regulaba el tráfico durante la
procesión del Jueves Santo, dio el alto a un conductor en la calle Victòria de la capital balear.

Éste ignoró las indicaciones del agente y se saltó el punto de control.
El infractor, que pudo ser interceptado por otro agente que se hallaba en
el cruce siguiente, resultó ser un ciudadano sudafricano de 28 años que
presentaba evidentes síntomas de hallarse bajo la influencia de bebidas
alcohólicas.

Los agentes le realizaron la prueba etilométrica, obteniéndose un resultado positivo de 0,96 mg/l de alcohol en aire espirado. Se le informó de su condición de investigado no detenido por un presunto delito contra la seguridad vial al conducir un vehículo a motor con una tasa superior a la legalmente establecida y fue citado para un juicio rápido.

El vehículo fue trasladado al depósito municipal, quedando a disposición de su propietario. El juicio se celebró el 18 de abril y el acusado fue condenado a cumplir 10 meses de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, además de abonar una multa de 720 euros.

El alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicados en los accidentes de tráfico. El alcohol está presente entre el 30% y 50% de los accidentes mortales.

La tasa de alcoholemia que alcances tras un consumo de alcohol puede variar mucho. Por ello, aunque creas conocer tus límites, es realmente fácil que el alcohol acabe por darte una mala sorpresa. Lo mejor es siempre no beber si vas a conducir.

Tras su ingesta, el alcohol se absorbe en el aparato digestivo, aproximadamente un 20-25% en el estómago y la mayor parte en el intestino delgado, desde donde pasa a la sangre alcanzando la mayor concentración después de 30 – 90 minutos. La velocidad de absorción se puede modificar por:

  • Los alimentos: la presencia de elementos en el estómago retrasa la absorción.
  • El tipo de bebida: tanto las bebidas destiladas como las mezclas con bebidas gaseosas se  absorben antes.
  • El tiempo transcurrido: al principio de la ingesta se absorbe más rápido.
  • El grado de habituación o tolerancia: los bebedores crónicos importantes absorben más rápidamente el alcohol que los abstemios.

Tras la absorción, la sangre, distribuye el alcohol  por todo el organismo. A la cantidad de alcohol presente en la sangre la denominamos alcoholemia, a mayor nivel de alcohol en sangre, mayores son los efectos sobre la conducción.

Tras la absorción, la mayor parte del alcohol (90-98%) se metaboliza en  el hígado a una velocidad constante y otra parte se elimina sin metabolizar a través de la orina, el sudor y el aire espirado.

Es precisamente la determinación del alcohol en  aire espirado la que se utiliza en los controles de alcoholemia, aprovechando que existe una relación constante 2001/1 entre el nivel de alcohol en sangre y el nivel en aire espirado. La medición se realiza mediante un dispositivo denominado etilómetro, resultando el método incruento, cómodo y fiable.

Otra forma de conocer el nivel de alcoholemia es mediante la determinación del nivel de alcohol en sangre, prueba que se utiliza en aquellos casos en los que el interesado dice no poder realizar la prueba en aire por padecer una enfermedad que le impida soplar, en lesionados, o en aquellos casos en los que el interesado solicite una prueba de contraste, la extracción se realizará en un centro sanitario.

 

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