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El PP inicia las obras para evitar otra tragedia en Sant Llorenç tras 5 años de desidia del pacto de Armengol

El Consell de Mallorca presenta el primer proyecto para facilitar la evacuación del agua en caso de fuertes lluvias

La riada del 9 de octubre de 2018 provocó 13 muertos y se debió a la extrema suciedad de los torrentes

El pueblo mallorquín donde murieron 13 personas en una riada se inunda sin que el Govern haga nada

Cinco años después de las trágicas inundaciones de Sant Llorenç (Mallorca) que provocaron trece muertos, todo sigue igual y el temor de los vecinos por una nueva riada permanece. Durante este tiempo el pacto de izquierdas que gobernaba en el Consell de Mallorca y el Govern balear, bajo el liderazgo de Francina Armengol, no emprendió ninguna acción de envergadura para evitar una nueva catástrofe.

Ahora, tras el cambio de gobierno como resultado del 28M, el Ejecutivo insular del PP y Vox se ha puesto manos a la obra y ya ha aprobado el primer proyecto para facilitar la evacuación del agua en caso de lluvias torrenciales y evitar una nueva tragedia.

Un informe elaborado recientemente al que ha tenido acceso OKDIARIO indica que los temores a que la tragedia del 9 de octubre de 2018 se pueda volver a producir son totalmente acertados, dado que no se han corregido los puntos negros en los torrentes del municipio que provocaron la inundación del pueblo de Sant Llorenç y de la carretera de acceso donde se produjeron la mayoría de las víctimas mortales.

El estudio, desarrollado por Miguel Ángel Merigó, ingeniero EPFL Suiza, y Pedro Cantarero, miembro del Grupo de Trabajo de Industria y Energía en el Congreso de los Diputados, señala que las fuertes lluvias convirtieron el Valle de Ses Planes, junto al pueblo de Sant Llorenç, en un embalse de cinco millones de toneladas de agua y que al colapsar provocó la gran riada que causó las trece víctimas mortales.

Los factores que motivaron que surgiera el mortífero embalse son varios y ninguno de ellos ha sido tenido en cuenta durante estos cinco años por el Govern que presidía Francina Armengol y el Consell de Mallorca liderado por la también socialista Cati Cladera.

Señala el informe que la inundación se debió en gran parte a la existencia de «los  múltiples caminos que cruzan el torrente, con unos pasos de agua ridículos y con el cauce sin limpiar y abarrotado de maleza. Los ojos de los puentes quedaron taponados y se convirtieron en las paredes de un enorme pantano. Cuando colapsaron estas paredes por el agua acumulada, se produjo el tsunami y se consumó la tragedia».

Añade que «el Torrente de Ses Planes, donde escasamente corre el agua, molestaba a su paso por en medio del valle a los propietarios de las parcelas y fue desviado de su cauce natural. El torrente fue convertido en una especie de serpiente sinuosa que pasa de un lado del valle al otro lado varias veces». Todo lo anteriormente descrito no ha sido tenido en cuenta por las obras de limpieza y mejora del torrente que se han hecho después de la catástrofe.

Uno de los puntos negros en el Torrent de Sant Llorenç.

El peligro de taponar los estrechos ojos de los puentes reconstruidos

Las fotos que acompañan el informe de Merigó y Cantarero muestran cómo se ha hecho caso omiso del peligro de taponar los estrechos ojos de los puentes reconstruidos. Se aprecia la abundante vegetación que ya existe en el torrente, lo cual posibilita que con cuatro ramas se bloqueen y que el Valle de Ses Planes se vuelva a convertir en un gran embalse y que las inundaciones se repitan.

Un estudio anterior de Merigó y Cantarero determinó que la extremada suciedad de los torrentes provocó la inundación de Sant Llorenç el 9 de octubre de 2018. Durante estos cinco años se han realizado algunas labores de limpieza de los torrentes pero no las suficientes a tenor del estado que presentan actualmente.

La competencia en materia de torrentes la ostenta la Conselleria de Medio Ambiente y el titular del departamento cuando sucedió la tragedia era el hoy diputado en el Congreso Vicenç Vidal. Después de la riada de Sant Llorenç, el Govern de Armengol decidió invertir 25,5 millones de euros en las obras de emergencia para la recuperación de la funcionalidad de los torrentes y restauración de las zonas afectadas por las inundaciones.

Debía realizarse la limpieza de los torrentes, la restauración de la capacidad de drenaje de los cauces y zonas limítrofes, la demolición de muros y estructuras que hayan quedado descalzadas o en situación precaria y la retirada de posibles focos contaminantes. Algo se hizo pero ahora los torrentes vuelven a estar repletos de vegetación.

Según el estudio antes mencionado, el 9 de octubre de 2018 la capacidad del torrente con respecto a su estado original era inferior al 10% debido a la suciedad del mismo. La lluvia que cayó de forma intensa durante cuatro horas se encontró con un torrente inexistente y encima, el agua se encontró con diez puntos negros, con diez tapones en su camino hacia el mar. Eran caminos, pasos y carreteras que lo atraviesan con canalizaciones  variopintas para que pasara el agua. Sucedió que los pasos de agua se taponaron muy pronto coinvirtiendo el valle del Torrente de Ses Planes o de Sant Llorenç en una inmensa charca con entre un millón y dos millones de toneladas de agua.

Cuando colapsaron todos estos diques a la vez, el caudal del torrente pasó de 23 metros cúbicos a 514 metros cúbicos por segundo, provocando la catástrofe. El caudal del torrente de Sant Llorenç se multiplicó casi por cuatro y ascendió hasta los 4,5 metros de altura. En los primeros 15 minutos, según un estudio realizado por la Universidad de Baleare, alcanzó una punta de 442 metros cúbicos por segundo, una cifra que se aproxima al caudal del Ebro.

Presentación del proyecto de la variante de Sant Llorenç.

Primer proyecto

Este jueves, el Consell de Mallorca ha presentado el proyecto de la variante de Sant Llorenç, que provocó la torrentada del 9 de octubre de 2018. Lo ha anunciado en una visita a la localidad el presidente del Consell, Llorenç Galmés, que ha señalado que el procedimiento avanza después de que la institución insular haya acelerado la tramitación entre agosto y septiembre.

Galmés ha asegurado que desde que llegaron al gobierno insular eran conscientes de que esta obra era prioritaria y que «estaba bloqueada desde hacía demasiados años, por lo que era necesario impulsarla».

El presidente insular ha explicado que tras solucionar los problemas con Recursos Hídricos, se pone en marcha la tramitación del proyecto, que en el próximo año se licitará para que las obras «puedan empezar lo antes posible». En todo caso, ha recordado que se trata de un proyecto con una tramitación larga, con una duración de más de medio año.

Galmés ha criticado la burocracia y la lentitud del Govern y Consell durante la última legislatura con la tramitación de una obra tan sensible, que provocó 13 víctimas mortales hace ahora cinco años.

El Grupo de Investigación de Climatología, Hidrología, Riesgos Naturales y Territorio de la UIB elaboró el documento Análisis del torrente del 9 de octubre en el casco urbano de Sant Llorenç y propuestas de actuación, en el que se identificó la necesidad de llevar a cabo una obra de drenaje transversal en la variante y en la rotonda de Sant Llorenç como «punto negro con incidencia crítica» respecto a las inundaciones.

El Consell puso en marcha el proyecto en 2020 y ha estado bloqueado casi cuatro años entre Recursos Hídricos del Govern y el propio Consell de Mallorca, hasta que este mes de septiembre se ha dado el impulso definitivo, según han indicado desde la institución insular.

Las obras tiene un presupuesto aproximado de cinco millones de euros y consiste en incrementar la capacidad hidráulica de la obra de drenaje existente en el torrente de Ses Planes, el causante de las inundaciones de octubre de 2018 a la altura de la variante de San Llorenç.

En concreto, las tuberías por las que transita el caudal de agua pasarán de cuatro a diez, lo que significa multiplicar por cinco la capacidad hidráulica, con una capacidad de 5,7 metros de ancho por 4,40 metros de alto.

De esta forma, se dará paso al caudal a partir de una estimación de las lluvias más fuertes caídas en la zona en los últimos 500 años. También se modifica la rotonda para evitar que haga de barrera del agua. La construcción actual actuó de presa el 9 de octubre de 2018 y desvió el caudal del torrente hacia el casco urbano, según el personal técnico.