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Los okupas aprovechan la falta de vigilancia para tomar Son Busquets donde se prevé construir 830 VPO

Los vecinos de Camp Redó denuncian el estado del cuartel y la entrada masiva de okupas y drogadictos al recinto

Alertan de que puede convertirse en el epicentro de la okupación de Palma

La pasividad de los gobiernos de izquierdas postergó la construcción de las 830 viviendas sociales prometidas

La burla de Armengol e Hila con las VPO de Son Busquets: acaba la legislatura y no han hecho nada

Okupas, indigentes y drogadictos se han adueñado por completo del antiguo cuartel militar de Son Busquets, situado en el barrio palmesano de Camp Redó, y cuyo estado es de abandono total. La nula vigilancia privada en unas instalaciones propiedad del Gobierno de Pedro Sánchez, en concreto, de la Entidad Pública de Suelo (SEPES) ha provocado la proliferación de okupas, que entran y salen diariamente del edificio sin impedimento alguno.

Una situación que no hace más que incrementar la degradación de un espacio en el que está previsto construir 830 viviendas de protección oficial, promesa que lleva años en el aire.

Una situación de inseguridad en la que se corre el riesgo de que el cuartel se convierta en el epicentro de la okupación de la ciudad. La barrera principal está totalmente cerrada con candado, pero hay la posibilidad de acceder al recinto a través de una pequeña puerta lateral, que se encuentra parcialmente abierta. Una vecina del barrio ha asegurado a OK DIARIO que «cada día veo gente entrar por aquí. Nadie vigila».

Puerta por la que entran los okupas al cuartel de Son Busquets.

El pasado 22 de abril, el Ministerio de Defensa, por entonces propietario del cuartel, cedió los terrenos al SEPES para, en colaboración con el Ayuntamiento de Palma, construir un total de 831 viviendas sociales. De hecho, se abrió una licitación de ofertas para la contratación de servicios de vigilancia. Sin embargo, el concurso quedó desierto porque no se presentó ninguna oferta. La construcción de las VPO también fue una promesa durante los ocho años de mandato de la ex presidenta socialista Francina Armengol y el ex alcalde de Palma José Hila. Ambos anunciaron a los cuatro vientos que dicho plan se haría realidad, pero jamás se llegó a redactar ningún plan para urbanizar los terrenos.

Una dejación de funciones que provocó el enfado de los vecinos de Camp Redó. Tanto es así que llegaron a manifestarse para exigir vigilantes en los 18 pabellones que forman el cuartel. Desde la Asociación de Vecinos de Camp Redó llevan meses denunciando que el solar se ha convertido en un nido de okupas, debido a la la alarmante falta de seguridad desde hace mucho tiempo. Una situación calcada a la de la antigua cárcel de Palma y para la que no hay ningún proyecto sobre la mesa.

Uno de los 18 abandonados pabellones del cuartel de Son Busquets.

El plan del actual alcalde de Palma, el popular Jaime Martínez, para son Busquets es convertirlo en una zona verde y compatibilizarlo con el uso residencial. El primer edil aseguro semanas atrás que, bajo su mandato, el cuartel «no se convertirá en un nuevo gueto de Camp Redó». Además, Martínez prometió que si en los 100 primeros días en los que él sea alcalde el Gobierno no ha cedido el suelo al Ayuntamiento o al Govern, «se iniciará un proceso de expropiación».

Aunque para la construcción de dichas viviendas sociales es necesario la elaboración de un Plan Especial de Rehabilitación Interior (PERI), nada de ello acometió la Concejalía de Modelo de Ciudad durante las dos legislaturas pasadas. Sólo la tramitación del PERI por parte del Ayuntamiento de Palma, una vez redactado y aprobado, se prolongará por espacio de año y medio, y será posteriormente, cuando arrancará la convocatoria del concurso público para la urbanización de los terrenos, y la construcción de la mayor promoción de viviendas sociales en Baleares.