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Un guardia civil en prácticas en Ibiza tiene que vivir en una furgoneta y ducharse en un gimnasio

La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) denuncia que los agentes reciben "como un castigo" ser destinados a Baleares

Ibiza se está quedando sin guardias civiles debido al «inasumible» precio de la vivienda

Guardias civiles destinados a Baleares duermen en su coche particular por no poder pagar una vivienda

La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha denunciado que los agentes reciben «como un castigo» ser destinados a Baleares y han reclamado complementos retributivos.

Este colectivo ha advertido en un comunicado de la precariedad a la que se enfrentan por las dificultades del acceso a la vivienda. De hecho, ha alertado de un caso en Ibiza, de un agente en prácticas que está destinado en el aeropuerto y que vive en una furgoneta y tiene que ducharse en un gimnasio.

«Para la mayoría de agentes que destinan a cualquiera de las islas significa sufrir un tremendo golpe de mala suerte, ya que la escasez y el precio de la vivienda les obliga a dormir en autocaravanas, en campings o incluso en su propio vehículo», han lamentado.

La asociación ha recordado que la mayoría de los inmuebles ofertados solo se arriendan para los meses de invierno y si desean permanecer en verano, se ven obligados a pagar hasta diez veces más que otro mes fuera de temporada.

«Al llegar nuevo personal malviven donde pueden, hasta que, teniendo mucha suerte, encuentran un apartamento, en la mayoría de ocasiones, con una sola habitación por unos 800 euros y que deben compartir», han añadido. Según la asociación, el Ayuntamiento de Ibiza se comprometió a ceder un edificio para viviendas de Guardia Civil, pero nunca se llevó a cabo.

En el caso de Mallorca, la asociación ha advertido de los «precios desorbitados» y han apuntado que la opción de las caravanas comienza a ser más habitual, recoge la agencia Europa Press.

Según han añadido, otro de los problemas a los que se enfrentan los que viven en caravanas, furgonetas o en sus propios coches, es que, al no ser considerados domicilios fijos, no tienen posibilidad de empadronarse y no se pueden beneficiar del descuento que ofrecen de insularidad para desplazarse a la península.