OkBaleares
MALLORCA

Un globo aerostático pierde el control en Mallorca y está a punto de estamparse contra una casa

Los testigos apuntan que el dirigible golpeó dos veces contra el suelo y se detuvo a escasos metros de una vivienda

Lo que debía ser un tranquilo vuelo turístico en globo aerostático sobre el interior de Mallorca terminó convirtiéndose en un enorme susto tanto para los pasajeros como para los vecinos de la zona de Ariany. Muy cerca del conocido restaurante Ses Torres, un globo perdió el control durante las maniobras de aterrizaje, descendió bruscamente y llegó a impactar contra el suelo en varias ocasiones antes de quedar peligrosamente próximo a empotrarse contra una casa.

El incidente ocurrió a plena luz del día, cuando varios residentes advirtieron que el globo descendía mucho más rápido de lo habitual. En cuestión de segundos, la aeronave golpeó el terreno, rebotó y volvió a levantarse unos metros, para luego tocar tierra otra vez sin lograr estabilizarse. Las imágenes grabadas por testigos —que rápidamente comenzaron a circular por redes sociales— muestran cómo el globo pierde altura de forma errática mientras los ocupantes intentan mantenerse dentro de la cesta.

Varios testigos aseguraron que pensaron que la aeronave terminaría estrellándose contra la vivienda. Según relató uno de ellos, «ha pasado rozando», y nunca antes habían presenciado una maniobra de aterrizaje tan brusca. Este periódico se puso en contacto con la compañía responsable del vuelo, que restó importancia al incidente.

Según explicaron, «es completamente normal que un globo tenga que tocar dos veces el suelo para aterrizar», e incluso llegaron a afirmar —antes de ver las grabaciones— que la sensación de brusquedad podría deberse a un «efecto óptico». Sin embargo, las imágenes a las que ha tenido acceso OKBALEARES muestran un descenso claramente descontrolado: la vela pierde presión, la cesta se inclina y el piloto intenta reaccionar mientras la aeronave se aproxima peligrosamente a la vivienda.

Un globo aerostático se mantiene en el aire gracias al principio de flotabilidad, ya que el aire caliente introducido en la vela es menos denso que el aire exterior. El piloto regula la altura mediante el quemador, que permite ascender, y una válvula para liberar aire caliente en el descenso. A diferencia de otros medios de transporte aéreo, los globos carecen de propulsor lateral y dependen completamente de las corrientes de viento para desplazarse.

Aunque un piloto experimentado puede jugar con distintas capas de aire para dirigir el rumbo, el aterrizaje exige condiciones meteorológicas estables y una coordinación precisa. Rachas inesperadas, cambios en las corrientes o errores de cálculo pueden derivar en maniobras bruscas como la de Ariany.

A pesar de que la empresa defiende que «todo transcurrió con normalidad», las imágenes evidencian un episodio que, de haberse desviado unos metros más, podría haber tenido consecuencias mucho más graves. Al final, todo salió bien.